León La cena pasa más que incomoda, entre las asesinas miradas que Mariana y Cecilia se lanzaban y el coqueteo de Cecilia hacia mí. Estoy en mi cuarto tratando de dormir, pero la verdad es que la extraño en mi cama, extraño el olor a flores que desprenden sus hermosos cabellos, y su delicado cuerpo junto al mío, pero mi abuelo y su necedad de mantenerme lejos de ella no me permiten ir a verla. No quiero pelear con él, hemos estado muy distanciados desde que le dije que la amo y ahora que por fin aceptó nuestra relación, no quiero echarlo a perder. Tocan a mi puerta y me sacan de mis pensamientos, me levanto y abro, la miro parada frente a mí, tiene puesto un mini short blanco y una blusa sencilla, sonríe tiernamente y sé que ella tampoco puede dormir — ¿No puedes dormir? – le pregunto