— Vamos a traerla de vuelta. — La animó, Ana, sabiendo que no era exactamente a ella a quien estaba abrazando. Se separó. — Ya disté el primer paso, ahora debes dejar todo en manos de este cerebrito. Raquel no dejaba de mirar toda la situación, extrañadísima. Es que ante sus ojos no había gran diferencia, incluso en el abrazo parecía haber cierta estima, ¿cómo es que Valeria le salía con que no era su hermana realmente? Cuando Raquel escuchó la situación, esperaba encontrar el cuerpo de Rachel postrado en cama, pero no era así. — ¿Estás segura que ella no es Rachel? — Le preguntó a Valeria. Ana sonrió de lado, con esa típica sonrisilla de vampiresa asustada. — Vale, ahora sé que no es tu hermana. — No nos distraigamos. — Pidió, Jake. La muchacha lo miró avergonzada, estab