La multitud puede llegar a ser extremadamente intimidante cuando tienen los ojos puestos en ti esperando por tu primera reacción, esperando a ver que se puede criticar de ello, eso es lo que sentían las chicas. Por primera vez después de tantos años (para Valeria), la presencia de su propia especie era sofocante, no las dejaba respirar. — ¿Annie? — Valeria llamó preguntó por su hermana luego de exhalar todo el aire que pudo. Alguien debía guiar a la otra. — ¿Estás bien? — Rachel negó. Era bien sabido la dificultad que tenía Rachel para interactuar con el resto, allá en el mundo humano, no se pudo notar alguna mejora por los últimos eventos ocurridos que la impidieron conectarse con el resto libremente; pero, ahora, frente a tantos vampiros mirándola intensamente, esperando a que fue