Se dice que bajo las luces de verano se forman amores fugaces e imposibles.
– Alteza, bienvenida a nuestra humilde morada, la familia Fournier espera que disfrute su estadía.
Y como siempre, mi vida carece de simplicidad.
Soy Violeta Daemonium, princesa de Selder, detenerme a un costado del camino y entrar a una posada de mala muerte con marcas de filtraciones de agua en las paredes, olores nauseabundos y gritos que vienen del bar en el piso inferior es mirar el sueño de alguien más, no mi realidad.
Las posadas en las cuales me estaré alojando pertenecen a la nobleza – no tengo dudas, señor Fournier.
Un viaje muy diferente, no me estoy quejando, sucede que tuve un pensamiento fuera de lugar.
La habitación es amplia, el piso está cubierto por una alfombra y en la pared cuelga un gran
