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Briseida y Franco tuvieron que viajar de urgencia a Roma, ya que la venta de la casa se dio rápidamente, por lo que ella debía ir a firmar todos los documentos y así poderse liberar del último asunto, que la mantenía atada al engaño de Basil, por lo que Elián se quedó con nosotros y, aunque la despedida estuvo pasada de lágrimas, al poco tiempo ya se encontraba jugando con su primita.
Demoraron dos días en volver, durante los cuales no descansaron hasta dejar todo listo, por lo que la caras al recogerlos en el aeropuerto eran de cansancio, pero satisfechos con el deber cumplido.
—Laureen, tienes que conocer a los amigos de Franco —me dice Bri, emocionada —. De verdad que te pareces mucho a Francis, hasta en la forma de ser, ya que ambas son muy alegres y les encant
