○◘••◘○ Un escalofrío recorre todo mi cuerpo, lo primero que hago instintivamente es llevar mis manos a mi vientre, protegiendo a mis bebés, pero no soy capaz de decir nada, pues siento un nudo aferrado a mi garganta, que no me deja respirar. —¿Te comieron la lengua los ratones? —me pregunta con ironía y su mirada parece que se clavara sobre mí como agujas. —¿Có-có-cómo entró? —es lo primero que le pregunto. Por mi mente pasan mis pequeños y Kathe, haciendo que un vacío se forme en mi pecho. —Creo que olvidaron contarle a la amable y querida Kathe, lo que estaban planeando en mi contra y la muy idiota me abrió la puerta al decirle que venía a visitarlos —dice con ironía y después se ríe. —¿Dónde están Elena y Elián? —le pregunto y tuerce la boca con molestia. —Deben estar esperan