Definitivamente lo único que yo le pediría a Dios para mi otra vida; es ser hombre. Odio que me venga la menstruación y más aún cuando estoy deseando ser madre, ya tengo más de siete meses sin cuidarme y nada. —Mi amor ¿segura que te sientes bien para quedarte sola?— pregunta mi esposo sentado a mi lado en la cama. —Sí amor no te preocupes, pero apenas salga de esto voy a ir inmediatamente a donde mi ginecóloga te lo prometo, créeme que yo también estoy ansiosa por tener una mini copia de nosotros dos— respondo mimosa. Él solo asiente, besa mi frente y se marcha a trabajar. Me pone triste saber lo que le afecta que no haya podido quedarme embarazada, hace días tenía malestar y nos habíamos ilusionado con la idea. Ayer en la tarde tuve que venirme del hospital porque comenzó a bajarme m