Uriel Rume.
Hablo en privado con el doctor antes de que Faby esté aquí con Alonso. Ahora es el momento justo.
—No te preocupes, Uriel. Estamos a tiempo de ayudar a Fabiana, ahora el problema es, como se lo dirás a ella.
—Tú no tienes que preocuparte por eso, yo me encargaré de todo, solo te pido que tú no digas nada, solo deja que yo me encargue.
—No te preocupes, sabes que yo no diré nada.
Tocan la puerta, Faby y Alonso ya están aquí.
—Buenas tardes —dice Faby al entrar a la habitación.
Ella es hermosa su sonrisa ilumina toda la habitación.
—Yo también estoy aquí, cachorro —dice Alonso—. A mí nunca me has visto con esos ojos, me siento defraudado.
—No te sientas mal, pero ahora te han cambiado por mí —dice Faby mientras ríe.
—Así pretendes que no me sienta mal, Fabiana Jo
