Santiago Una puta bala paso justo a lado de mi oreja y otra perforó mi hombro. Dolía y ardía como el infierno , pero no tenía tiempo de quejarme como una niña , tenía que sacar a la hija del jefe de este lugar . -¡¿Por qué putas no avanzan?! - grite a todo pulmón a los hombres, las balas impactaban en las camioneta sirviendo nos como escudo. El viejo estúpido tenía todo planeado , una puta emboscada fue lo que recibimos de bienvenida - ¡Muevance rápido! ¡Tenemos que sacar a la niña! Calcule la entrada del subterráneo , veinte metros me impedian llegar hasta la entrada, el plomo no dejaba de sonar y corría con la mala suerte de no poder sacar ilesa a Alice. Una sola bala en el cuerpo de la pequeña y no resistiría . Una explocion por parte del enemigo sonó ,activando las alarmas de

