Estaba en el coche de Brad, íbamos camino a Columbus y me había quedado dormida. Parpadeé varias veces y lo miré. - No sueles dormir mucho, ¿No? - me preguntó. Negué con la cabeza - ¿Hay algún motivo? - Ninguno. A veces solo son problemas. - ¿Tomas algo para dormir? - El psiquiatra me mandó pastillas. Me las tomo cuando estoy desesperada. No me gusta caer en coma profundo y no enterarme de nada. ¿Hasta cuándo se quedan tus abuelos aquí? - Ellos vuelven a Londres mañana. Asentí y miré por la ventana. Volví a cerrar los ojos y me sobresalté cuando Brad me dio en la pierna. - Hemos llegado Scarlett. Me quité el cinturón y me estiré - Gracias, me lo he pasado muy bien. - Sujeté mi peluche y mi bolso y abrí la puerta. Brad me detuvo cuando fui a salir y lo miré.