Un año después… —Señor Marchetti, —el hombre deja de mirar su computadora para ver a la señorita Vitale ingresar a la oficina, ella era la secretaria de su hermano antes, le sonríe. —¿Sucede algo? —pregunta, ya que la mujer está a semanas de dar a luz, ella niega mientras toma asiento frente a su jefe, le entrega un informe. —Esta es la información de la persona que me reemplazara durante mis cuatro meses de licencia. —Juro que te voy a extrañar todo ese tiempo, —le dice. —Señor, volveré pronto, —murmuró. —Espero tenga un feliz parto y que todo salga bien, —confiesa. —Enzo también te envía felicitaciones por tu bebé. —Les agradezco mucho a ambos por ayudarme. Donato le sonríe y hace un ademán con su mano para restarle importancia al asunto. La señorita Vitale le dice que mañana