Mi Insoportable Favorita

1013 Words
Intento no pensar en nada mientras actualizo mis r************* sentada en el sofá que hay en el camerino y agradezco que no haya nadie aquí; no estoy de ánimo. Estoy muy concentrada con mi móvil, cuando la puerta se abre y al mirar hacia allí; veo a Pablo. Me mira extrañado e ignoro todo lo que sus ojos preguntan; solo sigo con lo que estaba haciendo hasta que se arrodilla frente a mí. -Cariño, ¿Qué sucede?- Pregunta y acaricia mi rostro. ¿Cómo le explico que no es el si no es lo que me sucede a mi? No quiero parecer una mujer celosa e insoportable. -Nada que sea tu culpa.- Me limito a responderle y él se sienta a mi lado. -Cariño, mírame.- Me pide y giro mi cuerpo para que quedemos mirándonos. -De verdad Pablo, no eres tú. Es que no sé qué me pasa; estoy insoportable y eso no me gusta.- Le explico y el sonríe. -No estás insoportable.- -Pablo, yo me conozco... lo estoy.- Afirmo. -Vale, entonces eres mi insoportable favorita.- Dice entre risas y toma mi rostro entre sus manos. -Paablooo...- Le pido en lo que es casi una súplica. -Me urge besarte.- Dice mirándome fijamente y me falta el aire. -Puede entrar alguien y vernos.- Le susurro. Sin dar tiempo a nada, el se pone de pie y va hacia la puerta. La cierra con llave y regresa al sofá con una sonrisa triunfal. –Ahora nadie puede entrar. – Dice pícaramente y se sienta nuevamente. -Tú estás loco.-Logro decir antes que esos labios de los cuales me estoy haciendo adicta comiencen a besarme. Sus palabras eran ciertas. En este beso puedo sentir su urgencia y todas mis ganas. Es un beso peligroso; esos que juegan en el borde del amor y el placer. Un movimiento más, o una caricia más atrevida; podrían hacer que esto se nos vaya de las manos. -Amor...- Consigo decir falta de aire sobre sus labios. -Lo sé...- Es lo único que dice y detiene su mano debajo de la falda de mi vestido. -No podemos aquí...- -Quisiera poder.- Dice entre risas nerviosas y se sienta de manera correcta en el sofá. Ambos reímos ante la situación. –Es mejor que comiences a cambiarte. – -Tenemos que hablar de lo que sucedió... no quiero verte así. Alexia, si fuese por mi le gritaría a medio mundo lo nuestro y lo de nuestro hijo.- Se explica. Sé que es honesto en lo que me dice, lo veo en sus ojos. -Lo sé, pero sabemos que no podemos. No ahora...- Reitero con todo lo que eso significa para mí y me pongo de pie para buscar su ropa. -Claro que se que no podemos, pero es que no me gusta verte así. No quiero que estés triste.- ¿Puede ser más dulce? -Ya se me pasara... es que ya te he dicho; estoy insoportable.- Insisto y le voy entregando cada una de las prendas. -Vale...- Replica y comienza a quitarse la americana del esmoquin. -Espera que salgo.- Digo y el ríe. -Cariño... creo que me tienes muy bien visto ya.- Dice sin parar de reír y contagiándome. -¿Y si entra alguien?- -Cierra la puerta.- Propone con una de esas medias sonrisas que son sumamente seductoras y hago lo que me pide. -Espera.- Digo mientras se quita sus zapatos y lo sorprendo tomándole una foto. El me mira confundido -¿Qué haces?- Pregunta entrecerrando sus ojos. -Es que te ves tan guapo...- Le digo como una tonta y el sonríe. -¿Qué tal si me ayudas?- Propone dándose la vuelta para que quedemos frente a frente. -¿A qué?- Pregunto haciéndome la desentendida. -Desvísteme.- Propone y sonrió como si estuviese viendo mi dulce favorito... vale, si lo es... -Hare el sacrificio.- Comento entre risas haciendo que el también ría y de a poco me doy a la tarea de desabrochar los botones de su camisa y la quito. Hago lo mismo con su cinturón y su pantalón. Noto como su cuerpo se tensa ante el roce de mis manos y dudo si seguir o no. –No estoy segura de que esto sea muy bueno para ti en este momento.- Le comento tímidamente. -Tu sigue...- Dice firme y bajo el mano de sus palabras me deshago de su pantalón dejándolo tan solo en bóxer frente a mí. -¿Quieres que te vista también o qué?- Pregunto entre risas y el ríe. -Honestamente, me gustaría otra cosa... pero, no se puede ahora.- Responde. -¡Oye!- Exclamo riéndome. -Vale, me calmo... pásame la ropa.- Dice como si estuviese triste y hago lo que me pide. Le observo colocándose su jean, su camiseta negra, su chaqueta; y no puedo dejar de sentir todo estas cosas por él. –Vas a enamorar al mundo con tu voz y con lo guapo que eres.- Le comento y lo abrazo desde atrás haciendo que me sonría a través del reflejo del espejo que enfrente de el. -¿Y a ti?- Pregunta pícaramente. Me doy la vuelta para quedar frente a él y llevo mis brazos por encima de sus hombros. –A mí ya me tienes enamorada.- Confieso y lo beso tiernamente. El responde a mi beso de la manera más romántica que existe y el solo sentir sus manos sobre mi espalda hacen que me sienta en la gloria. Nuestro momento se ve interrumpido por alguien que intenta abrir la puerta. -¡Pablo!- Exclamo en lo que es un susurro. -Tranquila, sea quien sea le diremos que estábamos en una video llamada con alguien importante o algo así, ¿vale?- Propone como excusa. -Deja que guardo la ropa.- Acomodo todo lo más rápido posible y una vez que le levanto mi dedo pulgar, el abre la puerta para dejar que ella entre. Sabía que era Brenda... -Pasa.- Dice el amablemente. -¿Todo en orden?- Pregunta mirando hacia todos lados. -Sí, es que teníamos una videoconferencia.- Sentencio y ella solo lo mira el quien no da muestras de dudas ante mi respuesta. -Va... Pablo, tienes que ir yendo al escenario. – Le explica y el asiente. -De acuerdo. Alexia, espérame aquí seguimos hablando del tema más tarde.- Me dice como todo un profesional mientras que yo sigo su juego. -Suerte.- Es lo único que digo y me vuelvo a sentar en el sofá que hay en el camerino siendo observada por ella. Afortunadamente mañana nos vamos a España... Siento que si nos quedamos aquí un día mas todos se darían cuenta de todo.  
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD