Disfruto de la música desde el costado del escenario ya que Pablo no quería que estuviera entre la gente por miedo a que me golpearan por accidente o algo así. Se ve tan guapo allí con su guitarra disfrutando de lo que más le gusta hacer... la gente disfruta y la prensa escucha atenta a todo, cosa que veo muy positivo. Del otro lado del escenario esta su familia y por momentos siento sus miradas sobre mi; aun no puedo creer lo que me ha hecho.
Los últimos acordes retumban por el recinto y deja su guitarra a un lado. Los aplausos se oyen fuertemente, y una vez que se despide camina hacia donde estoy yo para bajar del escenario.
-Felicidades.- Digo sonriente y el solo me lanza una tímida sonrisa para luego seguir caminando hacia los camerinos.
¿Qué le sucede? Me pregunto a mí misma.
Sea lo que sea, no tengo tiempo de lidiar con el ahora. Bajo del escenario y voy despidiendo a la prensa a la vez que les agradezco por su presencia. Un rato después cuando ya he terminado, voy hacia los camerinos y para mi sorpresa su familia no está allí; solo está el sentado sobre el sofá que está en su camerino. Tiene sus brazos apoyados con sus codos sobre sus piernas y con sus manos toma su cabeza y mira al piso.
-¿Puedo?- Pregunto aunque la puerta está abierta.
-Pasa y cierra. No quiero que nadie más entre.- Dice serio.
Hago lo que él me dice y camino hacia el. -¿Qué te sucede?- Pregunto bastante preocupada y me arrodillo frente a él para verlo. -¿Hay algo que salió mal en el concierto? ¿Algo que yo he hecho mal?- Pregunto con dudas.
El levanta su mirada para cruzarla con la mía. –No, el concierto ha salido todo bien. Tu has hecho todo bien.- Afirma.
-¿Entonces?-
-Soy yo, no doy más.- Dice y noto la angustia en su voz.
-¿Con que?- Pregunto confundida. Nunca lo había visto así.
-Con esto Alexia; no sé ni siquiera que es lo que siento.- Dice mirándome fijamente y debo respirar profundamente.
-Pablo, no sé de que hablas.-
-De ti, de Natalia, de mi familia que no le agrada Natalia... de la manera que les has caído tan bien a primera... de todo...-
-Yo debería matarte por presentarme a tu familia de esa manera. Los has confundido a ellos también.- Digo como si esa fuese la explicación.
-Morían por conocerte, y ahora entiendo que no era solo por el bebe; si no, porque no les gusta Natalia y querían ver si tú eras mejor para mi.- Me dice.
Debería sentirme halagada por esas palabras, pero no puedo; no cuando le veo así de angustiado.
-Olvídate de las opiniones; es tu vida.- Le aliento y él me mira extrañado.
-¿Tu hablando de olvidar opiniones? Creo que también deberías hacerlo tu.- Dice y es un golpe bajo.
-Es diferente Pablo, yo lo digo y actuó de esa manera porque no quiero que tu carrera se vea afectada.- Le intento explicar.
-Lo sé, y lo agradezco. Igualmente, el problema no es mi familia, ni tú, ni Natalia, ni el bebe, ni nada de todo eso... el problema soy yo. El problema es que no se que siento.- Me explica.
-¿Quieres que me aleje de ti para que puedas pensar? Si quieres puedes viajar con alguien más a Los Ángeles.- Le propongo a pesar de que no quiero hacer eso.
-Es que ese es el problema.- Dice y acaricia mi cabello.
Sus palabras me confunden tanto...-¿Cuál?-
-Que no quiero que te alejes de mi.- Dice mirándome firmemente y debo intentar respirar con normalidad.
-Estas demasiado confundido. Ni siquiera sabes que es lo que sientes.- Digo y ahora soy yo quien esta angustiada.
-Pero, se lo que no siento por ti.- Dice y debo mirarlo entrecerrando mis ojos como para intentar entender lo que me está queriendo decir.
-No entiendo.-
Sus manos toman mi rostro entre la suyas y con sus dedos pulgares, me acaricia. –No siento que seas solo mi publicista, no siento que me seas indiferente, no siento rechazo por ti, y mucho menos no siento ganas de no besarte; me estoy volviendo loco Alexia. No quiero lastimarte, pero tampoco quiero lastimarla a ella... ¿Qué hago?- Me pregunta en lo que es casi una súplica.
-¿Tu me estas preguntando que hacer a mi? ¿Justo a mi?-
-Si.- Dice firme. -¿Sientes algo por mi?- Me pregunta mirándome fijamente.
-Pablo, yo...- Intento decir, pero la puerta del camerino se abre sorprendiéndonos y para mi sorpresa es ella.
-¿Natalia? ¿Qué haces aquí? , creí que no vendrías.- Pregunta Pablo totalmente sorprendido y yo me siento en el sofá rápidamente.
-Hola guapo.- Le dice y lo toma de la cara para besarlo apasionadamente sin importarle que yo esté aquí. –Te vine a buscar, hay una fiesta para celebrar el éxito de tu concierto.- Le dice y prácticamente lo jala de sus manos para que salgan.
-Nati, tengo que llevar a Alexia a su casa.- Le explica.
-¡Que venga con nosotros! Es viernes, le vendrá bien celebrar.- Propone y yo lo miro a Pablo sin saber qué hacer.
-¿Quieres?- Pregunta bajito y sé que está muy incomodo.
-Dame la dirección, les diré a mis amigas que vayan.- Digo finalmente.
No pienso ir a una fiesta sola.
-Perfecto, no se diga mas; vamos.- Dice con entusiasmo y salimos del camerino bajo su insistencia.
No entiendo nada. No puedo creer que Pablo se deje manejar así por ella...