Llegamos a Tiara, otras veces siento el viaje, en esta ocasión me quedé dormida recargada sobre el hombro de Alexis y al llegar Lamus tiene que golpear la puerta para despertarme. Lo que nos da la bienvenida es..., muchos árboles. ¿No los han talado todos?, que estén ahí me recuerda el arrebato que tuve al hacerlos crecer, pero, piensen en todo el trabajo para los leñadores, esos son salarios bien ganados y aparte habrá leña para el invierno o para la comida o podrían dárselo a un artesano y convertirlas en sillas. Por favor ya quiten esos árboles para que deje de sentirme culpable. Alexis toma mi mano y me mira como si me hubiera vuelto de cristal y fuera a romperme, me hace tan feliz saber que sigues siendo el mismo. – Majestad. – Alteza. Nos dan la bienvenida, todos los sirviente