El día había llegado. Bianca Silas sería ejecutada. El retraso de la condena tuvo numerosas causas, al comienzo el rey Primus tenía las manos llenas, la ausencia de la Santa y del templo dejó un gran agujero y debía mantener la calma en la población. Las familias nobles exigieron que la Santa fuera recuperada, pero los consejeros estuvieron de acuerdo en que iniciar una guerra contra Tiara y Barbaros, dos reinos respaldados por el poder de la Santa, era una condena de muerte. Por si eso no fuera poco, una carta llegó desde Serum indicando que el duque Esslan apoyaba al reino de Tiara. En una guerra, serían aplastados. El príncipe William fue uno de los que aconsejó al rey de que lo más recomendable era no actuar en contra de la Santa. El primer paso para salir de un agujero, era deja