La mano de Isabela tiembla, tiene todos los dedos rotos – puedo sanarlo, puedo sanarlo – la escucho repetir esa frase. Todos se apartan aferrándose al área cubierta por el santuario y buscan..., buscan mi protección. El brazo de Isabela se rompe, desde aquí veo la mirada fría de Tania, no va a matar a Isabela, la está usando de cebo, los sacerdotes que intentan ayudarla a ella o al supremo sacerdote dejan el santuario y se convierten en presas de Tania. Te equivocaste Patrick, ella está furiosa. – Marjory, creo que hay algo que podría funcionar – me susurra Patrick. Alexis es quien deja el santuario, el momento en el que su pie pisa los restos del templo, siento que me voy a volver loca si ella le hace daño. Tania voltea a vernos y Alexis desenfunda su espada, Isabela cae desmayada p