Selene iba avanzando en su recuperación; Laila siempre venía a verla durante sus días libres; pero a veces me inquietaba la actitud de Selene ya que cuando intentaba acercarme a ella reaccionaba de manera violenta pero al ver que era yo se calmaba y se disculpaba, pero no la culpaba ya que después de lo que paso debía ser traumático recordar esos amargos momentos, le dije a Selene que denunciara a su padre pero como ella no podía levantar una demanda contra su padre por perder la memoria yo me encargué que no saliera de prisión, porque había conseguido muchas pruebas para encerrarlo por varios años. Estaba en la oficina de mi padre arreglando algunos documentos que debía entregar algunos ejecutivos el lunes; y aún me faltaba mucho por terminar. —¿puedo pasar?. —habló mi padre entrando a