Capítulo 1: No es obsesión es amor.

2841 Words
¿Han escuchado la frase de “el amor lo puede todo”, ¿creen que sea verdad?, Yo en verdad espero que si, si no, al final del año me sentiré muy estúpida… Les contaré un poco de mi, fui una niña fea durante mi infancia, era muy delgada, y usaba horribles lentes, tenía una enfermedad en la piel, si me exponía mucho al sol, mi piel se enrojecía y empezaba a salirme un sarpullido asqueroso como el acné de la cara, solo que en todo mi cuerpo, ¿Dije tenía?, Bueno, la verdad aún la tengo, todo el tiempo estaba cubierta hasta el cuello y mi cabello suelto para mayor protección del sol, siempre usaba un horrible sombrero rosado, eso me trajo muchos conflictos, tanto emocionales, como sociales, en mi adolescencia me cansé de ser la feíta de la escuela, ya saben, me hice un cambio, corté mi cabello, hice ejercicio y eso me endureció las piernas y los glúteos, se me formó una cintura, mi busto se desarrolló y dejé de usar anteojos, los cambié por lentes de contacto, cambié mi guardarropa, y empecé a usar mucho bloqueador solar y otros métodos de protección, como sombrillas o evitar salir mucho de día, Olvidé contarles lo más importante, mi inspiración….El asombroso William Weaver, si, él era un joven en ese entonces, era orador, y por casualidad lo pude escuchar en la escuela, cuando dio una conferencia de superación personal, he estado muy agradecida con el destino de haberlo puesto en mi camino , mis compañeros se reían de él, por su apariencia, pero yo….yo recuerdo que el fue el primer hombre en robarme un sinfín de suspiros y despertar por primera vez en mi, el deseo sexual, sentía ese hormigueo en mi entrepierna con cada palabra que él decía, y por primera vez me toqué pensando en alguien, si, pensando en él, quedé fascinada, gracias a él, yo cambié y fue para bien, Me atrevo a llamarme a mi misma, como su mayor fan, si, yo soy su mayor fan, lo empecé a seguir por todos los medios, es que él era asombroso, y cuando cumplí los 18 lo decidí, yo me iba a casar con William Weaver, tuve muchas citas pero ningún hombre era lo suficientemente bueno para mí, y es que yo ya sabía lo que en verdad quería, dejé las citas de lado y me enfoqué en la escuela, pues si quería llegar a él, tenía que ser lo suficientemente inteligente para estar a su lado, pues él era un tipo muy sobresaliente. ……….. El día era caluroso, en días tan calientes como estos, hasta el diablo andaba en calzones, Diana estaba de pie frente a su cama mirando la ropa que tal vez podría usar para la entrevista más importante de su vida, no quería ser muy provocadora pero quería verse sensual, llegar al punto exacto de la sensualidad sin caer en lo vulgar era algo difícil de lograr, Se llevó su dedo índice a la barbilla y luego se rascó la cabeza, —Serás tú, no me hagas quedar mal— le dijo al traje que sujetó en sus manos, Diana se puso una falda negra de tubo muy ajustada, era cuatro dedos arriba de la rodilla, se puso una camisa de vestir de color rojo con mangas largas, la fajó y se aseguró de que no se hiciera bolas bajo la falda, desabotonó los tres primeros botones, y se mordió el labio pensando que tal vez el escote era muy pronunciado, se puso un collar plateado con un dije de corazón y se sintió satisfecha, se puso el saco negro y se puso los tacones negros de 7 cm, hoy por fin iba a conocer al amor de su vida, tenía que verse espectacular, pues la primera impresión es muy importante, Se sujetó el cabello en un chongo y se puso un ligero maquillaje, tomó su bolso, sus papeles y salió de su departamento a toda prisa, ‘'Fagh” una sombrilla se abrió sobre ella y se apresuró a entrar a su carro con vidrios polarizados, se puso sus gafas de sol y sus guantes de látex negros para que el sol no tocara su piel, o de lo contrario estaría llena de sarpullido durante su entrevista, y no quería eso, Condujo por veinte minutos y llegó al edificio que tanto le fascinaba, ‘Velatrix', un enorme letrero marcaba el territorio de un gran empresario, entró al estacionamiento subterráneo de aquel imponente edificio y bajó de su auto, tomó el elevador que la llevó a recepción y caminó hasta donde había dos mujeres enfundadas en trajes azules, —¿Vienés por la entrevista?—preguntó una de las recepcionistas, –Si– respondió Diana con amabilidad, —Es en el piso sesenta—dijo la recepcionista y le dio una tarjeta de visitante para que pudiera ingresar, Diana fue hasta la entrada controlada por dos guardias y estos la revisaron cuidadosamente, la dejaron pasar y ella pudo subir al elevador, presionó el botón en el piso 60 y esperó pacientemente, 'click' las puertas se abrieron y Diana salió del elevador, todo el lugar se veía impecable, había oficinas con ventanales transparentes donde estaban los gerentes, y había algunos cubículos ocupados por personas muy concentradas, Una mujer miró a Diana y le habló, –¿Vienés a la entrevista?– —Si señorita—respondió Diana saliendo de sus pensamientos y de su asombro, —Regístraté en esta hoja por favor— Diana puso su nombre y su firma en una hoja, —Listo — —Espera ahí, enseguida alguien te llamará—dijo la mujer y le señaló una sala, donde había más de 10 mujeres jóvenes y bonitas, todas miraron a Diana cuando ella entró y disimularon sus celos, Diana era una mujer muy llamativa y también era muy segura de sí misma, así que a donde quiera que iba llamaba la atención, ya fuera por su bonito rostro, o por su espectacular figura, Ella solo lanzó un suspiro y tomó asiento, se sentía emocionada, pues estaba a punto de volver un sueño realidad, por fin iba a conocer al amor de su vida. …….. —Oye William, ¿Por qué no las entrevistas tú?— —Tengo mucho trabajo que hacer, no tengo tiempo para eso—respondió William concentrado en los papeles que estaban sobre su escritorio, —Entonces, Cédric asegúrate de que sea una asistente con un buen culo— Un hombre sentado en un sofá sonrió y levantó el pulgar como respuesta a esa petición, —Alex, Necesito los informes— dijo William al ver a aquel hombre perder el tiempo y decir tonterías, Alex era vicepresidente de ‘Velatrix’ y era muy bueno en su trabajo, pero ocasionalmente actuaba como un completo idiota, —Esta bien me voy, al buen entendedor pocas palabras— dijo Alex y salió de la oficina de William, y solo por curiosidad fue a la sala donde estaban los prospectos a asistente de Presidencia, dio una mirada rápida, y sus ojos se posaron en una rubia exuberante, ella en verdad era hermosa, —Buenos días señoritas—dijo Alex y sonrió —Buenos días—dijeron todas, excepto la bella rubia que estaba concentrada en una revista de finanzas, Alex regresó a la oficina de William y le dijo a Cédric: —Escoge a la rubia— William le aventó una pluma que casi lo golpea, y este se marchó antes de que William le aventara una engrapadora. …….. ¡Santo cielo!, las manos me sudaban mucho, ¿Cuándo iban a empezar las entrevistas?, Mi competencia estaba dura, había chicas muy guapas, pero yo sabía que William buscaba a alguien inteligente y eficiente, esperaba ser yo su mejor opción, me había preparado tanto para esto, Por fin una mujer empezó a nombrar a todas las que venían por el puesto, y hacerlas pasar a la oficina de mi William, algunas salían decepcionadas, otras serias, e incluso algunas asustadas, —Diana Denisse— Por fin me tocaba a mí, me puse de pie y me acomodé la falda, caminé a paso firme y toqué a la puerta antes de abrir, —¡Adelante!—dijo una voz masculina, yo entre con mi corazón latiendo a mil por minuto, y aquello fue como entrar al mismo paraíso, —Buenos días— dije un poco nerviosa al ver al hombre bien vestido sentado en un sofá con muchos currículums dispersados en la mesa de centro, —Buenos días, adelante pasa— dijo aquel hombre y se puso de pie de inmediato, yo entré, y mi corazón se detuvo cuando lo miré a él, a mi querido William, estaba en su escritorio trabajando, se veía tan atractivo y tan impresionante, tal y como lo recordaba, era mi sueño en vida, —Señorita… Denisse, tome asiento por favor— Yo miré al hombre que me hablaba y lo obedecí, mi William estaba ahí, justo ahí, yo, una simple mortal respirando el mismo aire que él, era asombroso, —Bueno déjeme presentarme, yo soy Cédric Rever, soy el encargado en el departamento de recursos humanos— —Mucho gusto señor, yo soy Diana Denisse— —Dígame señorita Denisse, ¿Por qué quiere el empleo como asistente de presidencia?— —¿Esta de broma?— pregunté incrédula a lo que el hombre me preguntaba, ¿Cómo que por qué quería ser asistente de William?, era tanto como preguntar, ¿Por qué quería respirar?, –¿Disculpe? – preguntó el señor Cédric con el ceño fruncido, —El señor William es el mejor en su campo, quiero ser su asistente por qué quiero aprender del mejor— dije sin titubear, Cédric miró a William y luego regresó la vista a mí, Se veía un poco nervioso y mi currículum en su mano, empezaba a temblar, —Entonces ¿Usted sabe a qué nos dedicamos?— —Por supuesto— respondí, —¿Y tiene experiencia en el puesto de asistente?— —No, soy virgen, vine a qué el señor William sea mi primera vez— respondí y sonreí, Cédric parpadeo y se aclaró la garganta, —Señorita, somos una empresa seria— —Yo jamás he pensado lo contrario, no he dicho nada ofensivo, ¿O si?— —No, es solo que…bueno.. — —Señor Rever si no le molesta.. —le interrumpí y me puse de pie, le quité mi currículum de su mano, —Quisiera que el señor William me entrevistara personalmente—terminé de decir, Miré a William, él estaba mirándome fijamente, mi corazón latía y mis piernas temblaban, pero yo quería llegar a él, quería verlo de cerca y nada me lo iba a impedir, —Señor…— dije con una enorme sonrisa y le di mi currículum, William lo tomó y me miró con sus hermosos ojos azules, miró mi currículum por unos minutos y luego dijo: —Tiene buenos estudios señorita Denisse pero….estoy buscando a alguien con experiencia— —¿Cómo voy adquirirla si no me da la oportunidad?, si me contrata no se va arrepentir—dije muy segura de eso, —De verdad lo lamento, usted no cumple con todos los requisitos—dijo William, “¿Así que eres difícil eh?” —No se preocupe, la próxima vez póngalo en el anuncio, “se solicita asistente con experiencia, no importan los estudios, solo la experiencia”— Sonreí sin guardarle rencor, jamás podría guardarle rencor al hombre que yo amaba, —Señorita Denisse….— dijo William tratando de buscar una disculpa para mí, pero yo no quería hacer la situación más incómoda para él, —Con permiso señor Weaver, no le quito más el tiempo— “Nos vemos pronto mi amor”. ……… La señorita Denisse tenía porte, se vestía muy elegante y sensual, no parecía tener miedo de mi apariencia, ni tampoco parecía importarle mucho, pero ya antes me había topado con mujeres así, que solo fingieron, Como fuera la vi salir de mi oficina pero no parecía decepcionada por no haber conseguido el trabajo, más bien se veía feliz, como si lo hubiera conseguido, Ella era bonita y sin duda era la rubia de la que hablaba Alex, ella era toda su línea, alta, con una pequeña cintura, con un buen busto y un buen trasero, si, tengo que admitirlo ella era muy bonita, pero eso solo me hacía querer alejarme de ella, las mujeres como Diana solo me buscaban por mi dinero, no necesitaba una sanguijuela de esas, prefería estar solo, Había tenido tan malas experiencias con las mujeres que decidí hacer un “boto de castidad”, la última novia que tuve, me juró amor eterno, cuando en realidad lo único que amaba era mi chequera, le di todo lo que me pedía, y al final todo lo que hizo fue burlarse de mí, se metía con el jardinero de mi casa, y no conforme con eso también se metió con el chófer, pero eso no fue lo peor, antes de ella tuve mujeres peores, mucho peores, todas terminaban diciendo que yo era un ingenuo por creer que alguien me querría alguna vez, con el aspecto que yo tenía, En realidad ellas tenían razón yo era un ingenuo, ninguna mujer me amaría de verdad con mi aspecto, le daba vergüenza a las mujeres con las que andaba, así que dejé de creer en el amor, dejé de pensar que tal vez algún día encontraría a alguien a quien amar y que de verdad me amara, el amor era una estupidez, y solo la gente estúpida cree en el, en teoría las mujeres me arruinaron más que las cicatrices de mi rostro, —¿Qué fue lo que hiciste William?— me preguntó Cédric un poco confundido, —Solo entrevista a otra—dije restándole importancia, —Es que, ella es la mejor candidata, las demás solo te servirán como secretarias y no como asistentes— —¿Estás jugando conmigo?— —No, ¿Si leíste su hoja de vida ó no?— —La verdad no— respondí un poco apenado, —Tiene buenos estudios, muy buenos, de echo tiene excelentes notas, y muy buenas referencias — —¿Qué esperas que haga?, creí que solo tenía una cara bonita—me excusé, Cédric Sonrió y me miró cómo si yo fuese un estúpido, —¿Tan racista eres con las mujeres?— —No soy racista, solo quiero a alguien eficiente—respondí, —Pongámosla a prueba una semana, si no da el ancho buscamos a otra— propuso Cédric, —Muy bien, contáctala entonces, y que se presente mañana si aún quiere el puesto, especifícale que estará a prueba, que aún no se haga ilusiones— —Muy bien, entonces damos por terminado este asunto— dijo Cédric y se puso de pie con todos los currículums en sus manos, —Por cierto, mañana en la noche tienes una reunión con los inversionistas Coreanos, ya los investigué, el único que vale la pena es Daniel Wong, trata de convencerlo de que invierta en tu empresa, serán ganancias seguras— —Esta bien, gracias— dije y regresé a mi trabajo. ……….. Llegué a mi casa un poco decepcionada, ahora tendría que idear otro plan para llegar a mi amado William, ocasionalmente me sentía como una acosadora loca, pero no podía evitarlo, William me volvía loca, me quité los tacones y anduve descalza por la casa, estaba pensando en cómo llegar a él, cuando mi teléfono empezó a sonar, —Bueno— respondí sin muchos ánimos, —Hola buenas tardes, estoy llamando de Velatrix, usted fue seleccionada para el puesto de asistente de Presidencia, ¿Aún le interesa el empleo?— Yo estaba muda, ¿Escuché bien?... ¿Ella dijo seleccionada?.... —Si, por supuesto que aún me interesa— —Oh perfecto, entonces por favor preséntese mañana a las 8 de la mañana en recepción, hasta luego— —Si, muchas gracias—dije evitando gritar de felicidad, –¡Si! – grité cuando corté la llamada, por fin iba a estar cerca de mí amor, por fin iba a poder conquistarlo, me casaría con él, le daría dos hijos, tal vez tres, viviríamos en una casa de dos pisos, tendríamos un auto y una camioneta, tal vez un perro o un gato, no importaba que… esto no podía ser mejor, Tenía que verme genial mañana en la mañana, quería que William, mi William, viera a una mujer perfecta e impecable, yo estaba dispuesta a ser así por siempre, solo para él, Suspiré y me tiré en mi cama, la emoción me carcomía, quería bailar y gritar, —Solo espera y verás mi amor— le dije a la fotografía que tenia de él en mis manos.
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