Ambos estaban muy callados, Diana estaba nerviosa, y William también lo estaba, aunque lo disimulaba bastante bien, en un intento de romper el silencio tan incómodo, William encendió la radio, mientras que la pobre chica se mordía el labio inferior sin parar por los nervios, ella ya no era virgen del todo, a sus 18 años usó un consolador, que si, en su momento fue bueno, pero aún anhelaba saber que se sentiría tener a un hombre de verdad, y con cada pensamiento tenía más y más calor en las mejillas, hasta que por fin llegaron a un edificio, —¿Tienes un departamento aquí?— preguntó Diana al ver el lugar, —Si, lo compré cuando tenía tu edad— Los departamentos en ese lugar eran excelentes y la ubicación también lo era, Diana quiso rentar uno en ese mismo edificio pero todos estaban ocupad