Un demonio en New York

Capítulo 5

Observo a mamá nerviosa una vez más. Cuando me pongo de este modo tiendo a juguetear con mis manos, supongo que es una manía que agarre desde que era pequeña.

No sé qué mentira decirle, en estos momentos me encuentro en blanco ¿Qué se supone que le diré? ¿Qué estaba aburrida y decidí invocar al diablo? Hasta para mi suena estúpido. Decido quedarme callada esperando a que ella diga algo más.

—¿Por qué no me dijiste que venía?

Estoy a punto de explicarle todo, cuando caigo en cuenta de lo que dijo. Espera, ¿Qué?

¿Qué está pasando? Ya sé que lo he preguntado muchas veces, pero en serio, ¿Qué está sucediendo aquí? La miro confundida sin saber que responder, dirijo mi mirada a lucifer tratando de pedirle una explicación, pero él mantiene la vista en el pato de comida que mi mamá deposito delante de él.

—Yo... —dudo, que rayos le diré —Yo no sabía que iba a venir —respondo dudosa.

Se que responder de manera dudosa podría traerme problemas, pero vamos, que más podía decirle. Tal vez y con suerte le atine y ella me explica que es lo que está sucediendo.

Eres una chica muy inteligente. Me doy unas palmaditas mentales

—¡Le avente mi bolso a la cara, Mackenzie! —chilla avergonzada —De haberme avisado no lo hubiera recibido de esa manera —suelta un suspiro —Sabes que, estoy cansada como para regañarte, iré a dormir.

Quiero detenerla y exigirle que me explique qué es lo que está pasando, pero no creo que sea lo correcto, me hago a un lado para que pueda pasar. Se retira de la cocina dejándome sola con Lucifer, me planto enfrente de él esperando una explicación, pero su mirada está centrada en los waffles que mi mamá dejo para él.

—Podrías decirme que es lo que acaba de suceder —digo molesta —Casi me hago pipi encima cuando te vi aquí abajo con mi mamá.

—¿Qué es esto? —pregunta viendo su comida —Sabe increíblemente bien.

Ignora por completo mi comentario y eso solo me hace molestar. No le cuesta nada decirme que es lo que está sucediendo.

—Son waffles —alejo el plato de él —Ahora dime que ha sucedido —suelta un bufido exasperado.

—Solo modifique ciertos recuerdo de su mente ¿Me devuelves mi plato ya? —niego con la cabeza.

—¿Cómo que modificaste? —pregunto confundida —Explícate.

—Tengo el don para manipular los recuerdos de los humanos —explica, tiene su mirada en su comida —Solo hice que ella pensara que nos conocemos de hace años —señala el plato —¿Me lo devuelves ya?

Suelto un bufido antes de entregarle el plato de nuevo. Lo observo comer, aún tengo mil dudad en mi mente ¿Manipular recuerdos? Supongo que es normal que tenga poderes y he de admitir que eso es un super don, pero ¿No traerá consecuencias en la mente de mamá? Si es así lo matare y no me importa si es inmortal, encontrare la forma de hacerlo.

—¿Eso no traerá problemas después? —niega con la cabeza —¿Cómo estas tan seguro?

—Puedo deshacerlo cuando quiera, cuando eso suceda todo volverá a la normalidad y ella actuara como si nunca me hubiera conocido.

Lo observo con duda, eso podría explicar el por qué mi mamá no enloqueció en cuanto lo vio, le agradezco lo que hizo. No tiene idea del enrome castigo del que me salvó. Estiro mi mamo para tomar un pedazo de sus waffles, pero el gruñe mientras retira el plato, lo miro indignada.

—Dame un poco, no seas un egoísta.

—No, busca tu propio alimento, esto es mío.

Le dedico una mirada amenazante que pasa desapercibida por él, me sirvo mi desayuno, me siento delante de él para empezar a comer.

—No sabía que los demonios comían —siento su mirada en mí, alzo la vista para verlo, me ve de manera incrédula —¿Qué?

—No lo hacemos —responde como si fuera lo más obvio —La señora Helena me lo dio mientras me decía que tenía que comer. Lo probé, me gusto y lo comeré, aunque no lo necesite —asiento.

No voy a negar el hecho de que tengo demasiada preguntas que hacerle, ayer evadió varias de ellas y no sé si en algún futuro las vaya a responder, espero que lo haga, no quiero quedarme con ninguna duda. Le dirijo una última mirada antes de seguir comiendo.

***

Me dispongo a buscar toda la información que encuentre referente a Lucifer ya que él no quiere darme respuesta alguna. Pues si él no quiere decirme nada, tengo a un amigo llamado Google que me dará toda la información que necesito. Jamás creí que podría llegar a estar buscando esta información, para empezar ni siquiera creía en estas cosas hasta que se me ocurrió hacer la mayor estupidez de mi vida.

Una estupidez con ojos bonitos, me doy una cachetada mental, no puedo pensar en esas cosas.

Según internet, lucifer era un ángel que por soberbia y orgullo se rebeló contra , queriendo ser como él.

Que codicioso nos salió este Lucifer.

Provoco una rebelión cuyas consecuencias fueron la existencia del dolor, la maldad y la muerte en el mundo. Puso a los ángeles en contra de Dios, lo que ocasiono que como castigo fuera desterrado junto a el ejército de ángeles, siendo desde ese momento reconocidos como ángeles caídos. E incluso los ángeles que estuvieron con humanos fueron desterrados con él.

El nombre de lucifer (Luzbel) significa portador de luz

Espera ¿Qué? ¿Portador de luz?

Giro en mi silla topándome a lucifer tirado en mi cama haciendo no sé qué cosa con mi teléfono, aclaro mi garganta para llamar su atención, pero no funciona. Ruedo los ojos, opto por hablar

—Así que Luzbel ¿eh? —se levanta de la cama centrando su mirada en mí.

—¿Cómo sabes eso?

—Bueno, digamos que te busque en Google y me apareció el significado de tu nombre —me encojo de hombros —Luzbel se escucha mejor que Lucifer ¿No crees?

Se me queda viendo fijamente durante unos minutos, se hace un silencio que empieza a incomodarme. Al final termina encogiéndose de hombros y vuelve a acostarse en la cama, por un momento pienso que volverá a ignorarme, pero al final termino escuchando su voz.

—Sinceramente me da igual.

Claro que le da igual, actúa como si nada le importara. Que estrés con este sujeto.

—Bien, en ese caso te empezare a llamar así —espero su respuesta, pero lo único que obtengo silencio absoluto.

Ruedo los ojos antes su falta de interés por conversar. Sigo en mi búsqueda de saber más sobre él, pero en casi todos los sitios viene lo mismo haciendo que me frustre, me doy por vencida y cierro la computadora de un solo golpe.

En algún momento tendrá que responder todas mis preguntas. Y si no quiere me dejo de llamar Mackenzie Stone y me pongo el nombre de estúpida.

***

Los tres días de suspensión han pasado y tengo que regresar de nuevo a la escuela ¿Lo peor? Luzbel viene conmigo ¿Por qué? No puedo dejarlo solo ni un segundo porque se mete en problemas.

Los días que estuvo conmigo, ha roto más vasos de los que yo he roto en mi vida, ha manchado la cocina de comida y lo peor es que mamá me ha regañado a mí por eso. Ocasiono un conflicto en la colonia cuando mis vecinas lo vieron atrás de mi casa volando, tuve que inventarme la historia de que las alas eran falsas y tenían una tecnología que hacía que se elevaran y que según era para un proyecto de la escuela.

¿Se les hace una idea muy estúpida? Pues a mí también, pero a mis vecinas les pareció increíble e incluso se ofrecieron como voluntarias para probarlo.

Vamos caminando a la escuela y es como un niño chiquito admirando todo a su alrededor, lo tomo del brazo obligándolo a que camine más rápido. Si seguimos a su paso lo más probable es que lleguemos mañana.

¡No puedo llegar mañana!

—Quieres apurarte —lo regaño —Por tu culpa vamos a llegar tarde sino caminas más rápido.

—Tengo alas, hubiéramos llegado desde hace mucho tiempo si me hubieras dejado llegar volando.

—Por supuesto, porque lo más normal en este planeta es llegar a la escuela volando —respondo irónica.

—Lo vez, hasta tú lo dijiste.

Decido ignorarlo y sigo mi camino, para tener las piernas demasiado largas camina muy lento, no quiero llegar tarde por su culpa. Todavía necesitamos pasar a dirección para que lo admitan.

Al cruzar la puerta de la escuela todas las miradas se centran en nosotros, o más bien en Luzbel, el mencionado se detiene abruptamente viendo a su alrededor. Lo tomo del brazo obligándolo a caminar, los cuchicheos no tardan en llegar, todo mundo preguntándose quién es el nuevo, que fastidio.

Además, que he de admitir que tiene una belleza que llega a cautivar a cualquiera.

Estamos a punto de llegar a dirección cuando una persona se atraviesa en mi camino ocasionando que choque con su pecho. De no ser porque Luzbel me sostuvo me hubiera caído de culo.

La mirada de Dixon delata confusión absoluta, posa su mirada en mí y después en el susodicho repetidas veces durante varios segundos, sacude su cabeza.

—¿Y tú eres? —pregunta visiblemente interesado.

—Luci...

Suelto un enorme "hey" ocasionado que se calle y me dé una mirada cargada de confusión.

¿Qué pensaba decirle? ¿Qué es Lucifer rey del inframundo? Está bien que lo sea, pero no puede andarlo gritando a todo el mundo. Lo tacharan de raro y a mí de rara por juntarme con el raro.

¡No quiero ser la rara!

—Él es mi amigo Lu...ciano —respondo dudosa —Si, eso

—¿Por qué me...? —lo corto. El timbre suena.

—Fue un gusto verte Dix, pero llevamos prisa, te veo en clases, adiós.

Estuvo cerca. Será un semestre muy difícil.