Esa maldita…
La observo entrar a la sala en la que ya se encuentra mi equipo y el suyo, a su costado los dóberman la acompañan, tras ella el ministro y el general de la base italiana, sus ojos se posan en mi dándome una mirada cargada de superioridad que en lugar de molestarme me enciende. Respiro profundamente mientras ella toma asiento frente a mí.
- Espero que hayan tenido una buena semana – habla el ministro, pero aun así soy incapaz de apartar mis ojos de ella – ya que es momento de iniciar con esta nueva misión. Comandante… - señala a su hija que se pone de pie en el momento que Aleksa aparece en la entrada de la sala junto a otro hombre que observa con fascinación a Circe.
- Adelante – Ordena la comandante a los recién llegados.
Aleksa se sienta junto a Pia que la saluda con una inclinación de cabeza, mientras que el hombre lo hace junto al médico de los Spectrus. Unos instantes después nuestra atención está por completo en la mujer que se pone a la cabeza de la mesa imponente y segura de sí misma.
- Solicite a dos miembros más como apoyo ya que esta misión lo amerita– explica Circe a lo que todos asentimos con la cabeza – retomemos… - noto que sus hombres empiezan a pasar unas carpetas negras – hace unos meses a mi equipo y a mí se los asigno la misión de dar de baja a Samir Qasimov – la foto del objetivo aparece tras ella – como todos aquí presentes sabía que Samir era uno de los líderes más importantes en el negocio de la trata de blancas… – empiezo a leer la información que contiene la carpeta – Samir era un fantasma, nos tomó meses tener la oportunidad que tuvimos para darle de baja, pero antes de que esto sucediera escuchamos que los mencionaron.
- ¿en qué sentido? – pregunta el general atento a cada una de sus palabras.
- Una de las prostitutas menciono que en un par de días habría una visita especial y ese era el motivo por el que Samir estaría en el burdel… – asentimos con la cabeza, pero yo la interrumpo.
- ¿Dónde entra que descubrieras la cuartada de tu equipo? – ella sonríe de lado con arrogancia observándome.
- Intercambio de información – responde sin más encogiéndose de hombros – necesitaba saber el día de la visita de Samir y de quien se trataba la “visita” – hace comillas con los dedos – le ordene a mi teniente – lo señala – que plantara pruebas e información, antes de contactar con la base les ordene que se fueran y cuando tenían la suficiente ventaja para que estuvieran a salvo y se diera la orden para el rescate intercambie la información – me aclaro la garganta tratando de no parecer impresionado, pero la mirada cargada de superioridad de sus hombres me molesta.
- ¿Por qué pagaste? – pregunta Enzo directamente a ella.
- El día, hora y lugar donde estaría Samir – responde ella guiñándole un ojo – además de esta foto y lo más importante… – la misma imagen que nos enseñó en la primera reunión aparece en la pantalla tras ella – información.
La imagen no es de muy buena resolución, pero en esta se pueden apreciar tres siluetas, dos hombres y una mujer en medio de estos. El rostro de ellos no se distingue muy bien, pero si el de las personas que hay frente a ellos con la mirada baja, entre ellos Samir y otros líderes de la mafia.
- Quien me dio la información se refirió a ellos como los Seytan – mi mente rápidamente traduce la palabra – ellos están en lo más alto del mundo criminal, las mafias de todo el mundo están bajo sus órdenes, no solo eso, también los respaldan…
- ¿Por qué? – pregunto observándola a lo que ella vuelve a encogerse de hombros.
- Mencionaron el tratado leviatán – habla haciendo que todos frunzamos el ceño – debemos empezar a buscar de que se trata.
- ¿por dónde empezamos? – inquiero observándola al tiempo que la imagen tras ella cambia a un mapamundi que tiene tres puntos sobre este.
- Esta misión será larga y complicada – me observa a los ojos – no tenemos mucha información y debemos empezar desde cero.
- ¿Cuál es su plan, comandante? – pregunta el general observándola con fascinación.
- La primera parte es recolectar información – sonríe en lo que el ministro se pone de pie yendo junto a ella – antes de saber quiénes son los Seytan, debemos descubrir de que se trata el tratado leviatán. – asentimos con la cabeza – vamos a empezar por aquí – señala en el mapa uno de los puntos – Serbia… - asentimos de nuevo – los pilares en el mundo criminal es la droga, armas y trata de blancas – enumera con los dedos – iniciaremos con el tráfico de drogas…
- Los ocho son los únicos que estarán en este caso – habla el ministro – este caso es altamente confidencial el cual solo lo manejaran ustedes, el general Russo, el general Maslov y yo.
- Debemos buscar información… - retoma la comandante - será muchísimo trabajo, pero necesito algo que conecte a las organizaciones que vaya más allá de lo que normalmente se encuentra. – asentimos con la cabeza – necesitamos indagar en lo más profundo, descubriremos secretos oscuros, pero lo que sea que tenga que ver con el tratado leviatán es lo más importante, esa será nuestra prioridad.
La reunión continua con ella dando las indicaciones sobre la misión mientras que yo simplemente la observo fascinado, aunque siento una punzada de molestia en el pecho cada vez que los miembros de su equipo tienen detalles con ella. Cada cierto tiempo le extienden un paquetico del que Circe toma una gomita que come, hacen lo mismo con una botella de agua.
Es curiosa la forma en la que la tratan, le dan toda su atención, la cuidan y están al pendiente de cualquier cosa que pueda necesitar incluso cosas que ella no sabe que necesita o quiere, como los snacks o el agua. Un par de horas después ella le pone fin a la reunión dando las indicaciones, asignando y repartiendo trabajo a cada m*****o del equipo.
Cuando todos empiezan a salir me quedo en mi lugar sin dejar de observarla y una vez que todos se van dejándonos solos tengo toda su atención, se me seca la boca cuando sus hermosos ojos se posan en mi enarcando una de sus perfectas cejas.
- ¿quieres una foto? – pregunta viniendo hasta mi recostándose en la mesa, por lo que giro la silla para observarla mejor – te sería más fácil idolatrarme. – sonrio negando con la cabeza.
- No eres mi tipo – miento descaradamente a lo que ella ríe de forma sarcástica inclinándose lentamente hasta que nuestros rostros quedan a centímetros y sus ojos me hacen pasar saliva.
- Eso no es más que una vil mentira – habla acercándose aún más probando que nuestros labios se rocen – así que repítelo hasta que te lo creas…
- Comandante – la voz de mi novia debería tesarme o ponerme nervioso ya que la posición en la con otra mujer es muy comprometedora, pero lo único que siento es molestia de que nos interrumpa.
- Creo que vinieron a supervisarte – habla Circe regalándome una sonrisa traviesa antes de apartarse. – hare unas llamadas para que partamos lo antes posible a Serbia.
Sin más se incorpora caminando hacia la salida donde Aleksa se interpone en su camino mirándola a los ojos, pero rápidamente baja la mirada haciéndose a un lado dejando que la comandante continúe con su camino.
- ¿Qué sucede? – pregunto poniéndome de pie un poco molesto a lo que ella me observa confundida.
- ¿eso quisiera saber yo? – da un paso hacia mí - ¿hermosa verdad? – extiende una de sus manos con intención de acariciarme el rostro, pero me alejo haciéndola fruncir el ceño.
- Esa respuesta la conoces – respondo sin más a lo que ella asiente con la cabeza - ¿Qué haces aquí?
- Quiero hablar contigo sobre la investigación – le doy toda mi atención notando una expresión confusa – no crees que estamos en una misión algo improvisada… - inexplicablemente me molesto con lo que dice.
- Si la comandante Starkov tiene razón respecto a esta misión, será lo más grande e importante de esta organización. – la observo a los ojos notando el enojo en sus ojos – si no te sientes capacitada para estar aquí, puedo transferirte.
- Si esta misión pasara a la historia – se acerca a mi abrazándome por la cintura sonriendo – quiero estar en ella.
Un rato más tarde camino en dirección a la oficina del general Russo donde noto que se encuentra la guardia del ministro, avanzo hasta que uno de estos me abre la puerta viendo que dentro se encuentra el ministro, el General Russo, el general Maslov y la comandante Starkov que revisa algo en su Tablet.
- Creo que no fui citado a esta reunión – comento a lo que ella levanta mirada regalándome una sonrisa sarcástica.
- Por qué no te citamos – responde ella volviendo su atención a la Tablet en sus manos.
- ¿puedo saber qué es lo que sucede? – inquiero deteniéndome de pie junto a la comandante.
- Estamos organizando el viaje del equipo a Serbia – habla ella extendiéndome la Tablet – firma estas autorizaciones – la observo, pero ella está hablando con mi hermano ignorándome.
- ¿Cuál es el plan? – pregunta el General ruso observándola con fascinación.
- Esta misión estará divida en fases – explica a lo que él asiente con la cabeza – la primera es recolectar información, la que tenemos ahora es inútil ya que queremos saber algo sumamente confidencial y será muy difícil dar con ello.
- ¿Qué estamos siguiendo?
- Al parecer tres hermanos – responde ella observando a su padre – Serbia es uno de los puntos de conexión entre diferentes clanes, además de que fue uno de los puntos de los que me informaron, por eso quiero iniciar allí.
- ¿Quiénes se quedarán a recepcionar información? – pregunto firmando lo que me dio.
- Demisov y Morozov – responde ella – los elegí para que estén en el equipo, mas no confío en que estén en condiciones de hacer trabajo de campo. – veo como Matteo toma nota de lo que dice – por lo mismo quiero que su entrenamiento sea más estricto, porque se necesitara que hagan trabajo de campo en algún momento.
- ¿necesitas algo más? – pregunta el ministro a lo que ella niega con la cabeza poniéndose de pie.
- En unas horas partiremos a Serbia – me observa sonriendo mostrando sus colmillos que son un poco más puntiagudos de lo normal lo que le da un aspecto más sensual. – nos dividiremos en grupos con el fin de abarcar lo que más podamos en tres días.
- Tienes total autonomía y autorización – habla el ministro a lo que ella asiente antes de caminar a la salida, pero la voz de su padre la detiene – quiero dejar algo claro – no se vuelve mientras que el ministro me observa – la autoridad en esta misión es la comandante Starkov…