Capítulo Siete.
Quisiera volver al pasado, a ese momento cuando no todo eran mentiras con la excusa de protección. Cuando no confiaba en nadie y podía vivir tras la pared de frialdad creada por mi misma. Quisiera volver a ese momento cuando el mundo no parecía saber más de mí que yo.
Sí nunca hubiera recordado a Luka. Sí no hubiera confiado en Tobby. Sí la idea de hablar con Olsen se quedaba solo como una idea. Sí Cloe no aparecía... Todo sería tan diferente.
Creí en la soledad y aprendí a vivir con ella, día a día mis sentimientos por las personas se volvían vacíos mientras que consumía cada pequeña parte de mí. Solo por no notar la realidad en el exterior...
Pero hay una parte de la realidad que tengo muy clara, algo que en cinco años siempre sospeche. Tobby es parte de las personas que mi padre envió.
Es la única forma de explicar su comportamiento, su aparición en mi vida, las cosas que sabe. Todo toma sentido con ella.
La puerta de la habitación se abre, dejando ver a Caitlyn y a Cloe.
Al verlas juntas puedo notar el parecido entre ambas. Cabello n***o. Piel muy pálida. Ojos únicos. Casi parecen familia. Se que la madre de Cloe se alejó de ella después de la muerte de Lilly, o al menos eso dice Cloe. Sus apellidos son muy diferentes así que definitivamente no son madre e hija, pero eso no quita el parecido.
–Tu turno, A1521.
Me levanto y camino hasta la puerta para salir de la habitación con Caitlyn, ahora es Cloe es quien se queda sola.
Es el momento en el que me inyectan cosas para ver recuerdos. No quiero, pero no tengo elección. Caminamos en silencio hasta llegar al mini laboratorio.
Esperaba que, como siempre, un grupo de enfermeros nos esperaran allí. Pero estamos solas.
¿Planea hacer todo sola?
–Ya sabes que hacer.
Sí, al parecer si.
Voy a la camilla y busco las esposas para evitar moverme. Cuándo las tomo para colocarlas, Caitlyn me las quita agresividad.
–No.
Deseo preguntar pero no lo haré. Confíe en Olsen y fue un claro error que no volveré a cometer.
–1521– levanto la vista hasta ella y veo una llave –Tómala– dudo por un segundo y luego obedezco.
No tengo ni la menor idea de lo que ocurre, todo es bastante confuso para mí.
–No confíes en nadie hoy, nadie puede saber que tienes esa llave, solo Evens.
¿Cloe? que tiene que ver ella en esto.
–Tu psicóloga te espera, vamos.
Esta situación me es bastante confusa. Sigo a Caitlyn hasta la oficina de Tobby. Al entrar veo que está vacia.
–Espera aquí– y sin decir mas, sale de la habitación.
El silencio de este lugar me suele parecer cómodo, pero este momento es todo lo contrario. Creí que ya tenía suficientes preguntas en mi mente con todo lo que ocurre últimamente pero ahora apostaría a que vendrán mas preguntas.
Pasa casi media hora hasta que Tobby llega. Tiene una mochila en sus brazos.
–Perdona la tardanza, estaba resolviendo unos asuntos.
–No pasa nada– respondo cortante, aun con las preguntas sobre mi padre y ella en la mente.
–Tienes algo que contarme?–No.
El silencio es incomodo, demasiado. Tampoco es que tenga ganas de hablar y correr el riesgo de que las mentiras aumenten.
–Haylee, confías en mi?
Su pregunta me sorprende, no esperaba que fuera tan directa.
Si Tobby hubiera hecho esa misma pregunta hace un mes la respuesta seria muy diferente a la actual, pero ahora no puedo fingir. Tobby es parte de la red de mentiras que reina en mi vida y ocultó cosas que me importaban, me mintió sin miedo y ahora la respuesta esta mas que clara para mí.
–No. Ya no.
Su expresión es entre decepción y asombro.
–Bien... Entonces no se como decir esto...
–El que?
–Tendrás que confiar en mí por hoy.
Las palabras de Caitlyn vienen a mi mente.
"No confíes en nadie hoy"
–Caitlyn te dio una llave?– asiento –Bien, después de la cena todas las cerraduras se cierran con llave, cuando escuches que el encargado pase llave tendrás que contar hasta trecientos. Cuándo termines de contar, vas a abrir la puerta por dentro.
–Por que haría eso?– pregunto.
–Solo Hazlo. Y llévate esto.– me entrega la mochila gris con aspecto gastado.
–Si no me das una explicación o me dices que es...– Tobby me interrumpe antes de terminar mi amenaza.
–Te dije que confíes.
–Lo intento.
–En la mochila hay ropa, para ti y para la niña, después de abrir se ponderan eso. También hay algunas cosas que van a necesitar. Ahora vete.
Ella abre la puerta y salgo. Caitlyn esta en el pasillo, toma la mochila y la observo confundida.
–Yo la llevo. Para no levantar sospechas.
(...)
Espero tranquilamente la hora de cenar. Cloe tatarea una canción que desconozco mientras trenza su cabello, todos sus intentos hasta ahora han terminado en pequeños nudos.
–Me rindo– suelta un suspiro con molestia –Nunca me sale bien.
–Te ayudo?– pregunto.
Nunca en mi vida he trenzado cabello, o al menos no que yo recuerde, así que no se en que estoy pensando.
–Si quieres...
Sonrío y me levanto de la cama para sentarme en el suelo junto a Cloe y ayudarla.
–Haylee, te puedo preguntar algo?
–Eh... Claro.
–Por que yo?
Repito su pregunta en mi mente. Sin resultados de entendimiento.
–A que te refieres?
–Todos contaban lo fría que eras y muchas cosas pero apenas me viste fuiste diferente, hasta fuí bastante extraña y viste cosas que harían a otros correr. Pero fuiste diferente conmigo. Confiaste en mí desde el principio... Por qué?
–La verdad no tengo respuesta para eso, a veces también me lo pregunto– confieso.
–Gracias...
–Por?
–Estar aquí. Cuando Lily murió creí que nadie me importaría tanto como ella, me equivoque. Eres mejor de lo pensé, contigo puedo tener lo más cercano a una hermana y dejar el pasado atrás.
No lo había pensado pero Cloe se volvió parte de mi familia en muy poco tiempo, por primera vez que quiero a alguien realmente.
–Sabes? Me alegro de que llegaras, Cloe.
La puerta se abre. Un enfermero deja dos bandejas de comida y se va.
Normalmente Caitlyn las trae...
–Es raro que no sea Caitlyn– comenta Cloe.
–Leíste mi mente?...
–No, por?
Niego y tomo una de las bandejas, ambas tienen lo mismo.
Luego de comer, se escucha como pasan cerradura tal y como Tobby dijo que harían.
–Uno... dos... tres...– comienzo.
–Cuatro... cinco....– Cloe me sigue.
Al terminar le entrego la llave a Cloe y ella la abre.
Busco la mochila y saco las cosas. Lo primero, trajes de enfermero.
–Usaremos eso?– pregunta.
–Supongo.
Cloe toma el suyo y se lo coloca mientras yo sigo sacando cosas de la mochila.
Hay dos carpetas, parecen ser expedientes. Agua. Un cubo de metal con una antena.
–Es un radio, alguien debe tener otro igual para que funcione.
Por su aclaración, estoy segura que Cloe leyó mi mente pero no le doy importancia y sigo sacando cosas.
¿Un libro? y... Un momento.
–Cloe...
–Si?
–Para que necesitaríamos armas?
Ambas giramos en dirección a la otra. Cloe ya tiene el traje puesto, ella observa el juego de cuchillos en una de mis manos y la pistola en la otra.
–Esto se pone interesante– La pelinegra sonríe con maldad.
–Cloe!
Ella guarda todo de nuevo en la mochila mientras yo me coloco el traje azul. Al terminar, camino hasta su lado.
–Alguna vez lanzaste cuchillos?– pregunta.
–Que clase de loco lanza cuchillos?!
–Mensaje recibido, tu quédate con la pistola.
Con que clase de sicarios me estoy juntando?..
La puerta se abre y Caitlyn entra junto a Tobby.
Ambas están vestidas totalmente de n***o, mochilas del mismo color en sus espaldas y ametralladoras es sus manos.
–Vamos – ordena la rubia. –Ah y... espero que ambas sepan disparar.