La castaña sentía que el corazón se le iba a salir por la boca, no se sentía preparada psicológicamente para mirarlo a los ojos, pero lo cierto es que lo hizo y después de varios meses; sintió finalmente que su corazón volvió a latir, más vivo que nunca. —Franco… —susurró y de sus ojos finalmente cayeron varias lágrimas que no pudo contener—. Pero, ¿qué…? La chica se volvió hacia Tyrell, qué ahora tenía una pequeña sonrisa en los labios, lo que la hizo sospechar de que sabía desde el principio y simplemente la había engañado. Por un lado quería ir y abrazar al castaño, pero no sabía si este estaba dispuesto a recibirla con los brazos abiertos después de haberse escapado, así que se contuvo y miro a Tyrell con reproche, haciendo que esté ampliara su gesto divertido como si jugar con la