KENZIE Habían sido duros estos días, trabajando de noche y descansando de día por medio tiempo, mientras que el otro lo ocupaba para ir a la preparatoria a intentar convencer a la directora de que me aceptara en la escuela, le planteé varios de mis problemas, que eran mentiras obvio, para que me dejara quedarme. Al principio no quiso, pero después de recibir una extraña llamada me dijo que si. Agradeci a quien fuera que me haya ayudado porque necesitaba salir de la preparatoria, necesitaba crear mi futuro. Hoy era lunes, inicio de escuela, comenzaba el último curso. Estaba arreglándome mi ropa, decente, cuando mi celular sonó. Era Carolina. —Hola, Caro —la saludé, acomodándome el cabello. —Feliz primer día de escuela, Kenzie —sabía que estaba sonriendo, yo también le sonreí—. ¿Como h