Marzo.
El mes en que se celebraban las convenciones de magia y hechicería en el hotel Damira había llegado.
Megan leía un libro – estás saliendo con alguien, ¿cierto?
– ¿Qué?
– Fuiste dos veces a la estética esta semana, te pintaste el cabello, lo ondulaste, compraste un set de cremas para el rostro y acabo de ir a tu baño, apesta a acetona, ¡déjame ver tus uñas!
Lilith escondió sus manos.
– ¿Lo conozco?
– No – respondió Lilith, la verdad, era que ella tampoco lo conocía – tengo que ir al aeropuerto, este es el mes más importante para la vocera de la iglesia, estoy en una misión y…
Megan asintió – claro, desvía la conversación con la excusa de que salvarás al mundo, no me enoja que tengas novio, solo quiero saber sí es alguien confiable, porque, la última vez casi bendije tu unión
