Tiffany pasó los dedos por la mesa y observó el artefacto – así que lo logró – no se veía muy emocionada, al contrario, le molestaba que tuvieran el Eco gracias a Lilith, sí el plan hubiera fallado, ella podría solicitar un cambio. Después de esa noche, eso ya no era posible. Gustavo tenía el instructivo del Eco en sus manos – de acuerdo a esto, usa baterías, el consumo total depende del grado del demonio, una batería equivale a diez demonios clase D, cinco de clase C, dos de clase B, uno de clase A, o el 50% de un demonio de clase S, para ese nivel se necesitan dos baterías. – El demonio de Lilith, ¿en qué objeto estaba? – preguntó Tiffany. Todos se quedaron callados. Gustavo miró a Bruno, pero él negó con la cabeza, Karina tampoco tenía la respuesta y Megan estaba en blanco. – Ella