—Yo… —Alba tartamudea. Su voz tiembla mientras intenta encontrar una excusa, algo que pueda justificar lo que acaba de decir. Pero las miradas la presionan como cuchillas invisibles. Frente a ella, el señor Duffman da un paso adelante. —Sí, señorita Alba. Usted sabe que manejo toda la prensa del grupo, y no he visto nada respecto a la noticia viral que menciona. Por favor, muéstreme esas fotos para poder identificar su procedencia. Si alguien del equipo de la señora Bella o empleados de su tía están filtrando información no autorizada, es un delito. Alba mira a todos, su rostro se tensa y se ensombrece de inmediato. Se siente atrapada. —¿Por qué me miran así? ¿Por qué me hostigan? ¿Acaso me están acusando de haber sido yo? —¿Qué? —Olivia le toma el brazo—. ¿Qué estás diciendo, Alba? N

