Pasaban los días y no teníamos noticias de Valentín, estaba desaparecido y la última vez que se le vio fue entrando en un café de París, incluso su auto estaba parqueado allí. Por lo que sabíamos que había sido un secuestro, Dmitri mando a rastrear el número de la última llamada que recibió y por suerte lograron escuchar la grabación. Un hombre, un tal Marco lo había invitado a tomar un café, alegando que conocía donde estaba yo. Así que suponíamos que había sido una trampa, Marco era italiano también, pero no sabíamos para quien trabajaba. Por suerte Garrett lo conocía vivieron en el mismo vecindario, así que fue a verlo. Junto con Lena esperábamos ansiosas que volviera y trajera consigo alguna información. —¿Y si lo están torturando?—le pregunté—, ¡Lena no puedo con tanta angustia! —T