El padre los Ivanov se había regresado a Rusia, yo me encontraba mejor de mi brazo y ya no me dolía. Continúe haciendo entregas y acompañando a Valentín o a Dmitri a reuniones relacionadas con opium, nuestra producción se había cuadruplicado y habíamos abarcado parte de Asia, teníamos un nuevo inversionista hindú, estaba muy contenta, porque jamás había salido de París y ahora iba a viajar con Valentín a Portugal. Habían personas interesadas en comprarnos opium y debíamos visitarlas, además de una entrega de armas que pidió un político. Había terminado de alistar mi valija, llevaba ropa elegante y con estilo, ahora debía vestir diferente. Lleve todo lo necesario para los cuatro días que íbamos a estar, termine de vestirme y me coloque los tacones, ya no me molestaban como antes y se me