bc

Amor color de rosa

book_age18+
62
FOLLOW
1K
READ
powerful
boss
drama
bxg
city
like
intro-logo
Blurb

Clarisa se burla de un tipo, sin saber, que él, es un magnate de negocios, quien no tolera las insolencias de la gente, es así que una serie de eventos se desencadena con el interés que ella despierta en él, y con el desinterés fingido de ella, haciendo que ambos entren en una guerra constante de amor-odio, que pronto terminará en noches apasionadas entre dos enemigos que no pueden ocultar que se aman.

chap-preview
Free preview
Capítulo 1.La primera impresión.
Flores Jaz 2025 ©️. Todos los derechos reservados, se prohíbe la reproducción total o parcial de esta novela, o su transmisión por cualquier medio sin autorización previa del autor de dichos derechos, la infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual y se tomarán medidas legales. ……….. En aquella elegante fiesta, una hermosa chica de apenas 23 años sonreía ampliamente, mientras conversaba con algunas amigas de su madre, odiaba aquellos eventos tan elegantes, pero tampoco podía rehusarse a ir a ellos, en su mundo, las conexiones lo eran todo. Las buenas amistades, el estatus, y sobre todo, las buenas primeras impresiones. Clarisa era tan hermosa, que las miradas de los caballeros estaban puestas sobre ella, sobre esa piel lechosa y limpia, ese hermoso cabello rosa pastel que le quedaba a la perfección y esa hermosa silueta tan bien definida, pero a ella no le importaban en lo más mínimo los caballeros de aquel lugar, para ella, todos eran iguales, pedantes y arrogantes, desesperados por destacar y alardear de lo ricos que eran. Hasta que de pronto, lo vio llegar a él, un hombre alto, demasiado elegante, demasiado atractivo, un hombre maduro y de rostro inexpresivo, imponente y varonil, tan agraciado que inclusive ella sintió envidia de él, Clarisa nunca antes había visto a ese caballero, y pronto se dio cuenta de que las mujeres se emocionaron de verlo, no era para menos, un hombre así no podía pasar desapercibido. —¿Es guapo verdad?. Clarisa miró a la mujer que estaba a su lado, aquella mujer veía en la misma dirección, veía a ese caballero que recién había llegado, ¿Cómo no verlo?, era la cosa más bella que ella había visto en toda su vida, pero, ¿quién era él?, ¿Y de donde había salido?, —Si, es guapo, ¿Quién es?—Preguntó ella tratando de no sonar demasiado interesada, tratando de dejar de verlo, pero su mirada iba en automático a ese hombre. —Es Ashton Kurt, un magnate multimillonario, tiene todo un conglomerado, es muy rico y muy guapo, y lo más atractivo de él, esta soltero, acaba de llegar de Alemania, mi esposo dice que se mudó a las villas del sur. —¿Las villas del sur?. —Si. —Creí que ya no había más villas. —Eso solo deja en claro que él tiene el dinero y el poder para obtener una, asombroso ¿No?, tan solo mira como las arpías se lanzan a sus pies, tan desesperadas por atraparlo. Clarisa miraba a las mujeres que iban a saludarlo, pavoneándose exageradamente. A ella no le importaba el dinero que ese hombre podía llegar a tener, o el poder, solo quería saber quién era y de dónde venía. —¿Qué edad tiene?—Continuó Clarisa mostrando más interés. —Tiene treinta y nueve años. —¿A esa edad y soltero?, un defecto muy grande debe de tener—Mencionó Clarisa sin poder creerlo. —Su defecto es su amor al trabajo. —¿Lo conoces bien?. —No como quisiera—Mencionó aquella mujer. —En fin, ninguna mujer le agrada lo suficiente, es muy quisquilloso, espera y veras como desilusiona a todas esas tipas. Clarisa sonrió, que hombre tan interesante, pero fuera de su alcance de cualquier modo. Sin darle más importancia, ella continúo socializando, ahí conoció a un joven, Tristan Anuk, un chico ruso, hijo de un empresario, tenía un acento muy gracioso para Clarisa, y además era un chico muy ocurrente, así que ella reía sin limitaciones del modo tan entretenido que tenía Tristan para hablar. A la distancia, un hombre había puesto su atención en aquella hermosa joven, era delgada, de cabello rosado, de hermosa piel, usaba un vestido rosa pastel que la hacía ver como una hermosa hada, demasiado joven, demasiado llamativa como para solo ignorarla, ya la había notado casi desde que llegó, y aunque trataba de mantenerme su curiosidad tranquila, le fue imposible y al final preguntó: —¿Quién es ella?. El asistente de aquel hombre, miró en la misma dirección que su jefe y enarcó una ceja, si no conocía a las personas dentro de ese lugar, entonces sería un asistente ineficiente, esa chica en especial era difícil de olvidar, era demasiado bonita y simpática, recordaba su foto e hizo memoria, pues había estudiado a todos los invitados de aquella cena. —Es Clarisa Smith, hija de Carlos Smith. —¿Calos Smith?, ¿El dueño de Foxtonn?—Preguntó Ashton en voz baja. —Si, así es. —¿Qué edad tiene ella?. —Veintitrés—Respondió el asistente sin temor a equivocarse. —Es demasiado joven. Ashton había quedado cautivado, ¿Qué le llamó la atención de ella?, todo, su risa ruidosa y ese carisma, pero fue descartada casi de inmediato por su corta edad, un hombre de 39, saliendo con una joven de 23, que gran escándalo sería ese. En fin, para él no era el fin del mundo, sabía que podía tener a cualquier mujer que deseara, pero una aventura con una mujer que recién salía de la adolescencia, no era algo que le interesara. Así que su interés se desvaneció en el aire. Entrada la noche, Clarisa se sintió cansada, sus padres aún no querían irse, así que decidió rentar una habitación, después de todo, estaban en un hotel. —Iré a la habitación mamá. —Deberías de hablar con el hijo de Sarah, es joven y guapo. —Estoy cansada— dijo Clarisa, sabía que sus padres se morían porque ella se casara con algún heredero millonario. —Eres tan tonta, deberías de usar tu belleza para atrapar a un buen hombre. Clarisa no dijo nada ante eso y solo se alejó sin intenciones de seguir discutiendo con su madre, caminó hasta el elevador, presionó el botón que iba a llevarla al piso 12, piso en donde estaba su habitación. Las puertas del elevador se abrieron y apenas salió, miró al hombre que venía en su dirección, era el tipo guapo y rico, de cerca era mucho más alto y fornido, venía con dos guardaespaldas y un tipo delgado que parecía un asistente, debía ser un hombre importante. Ashton también miró a la joven, de cerca ella era mucho más hermosa, demasiado hermosa, sentía una ligera tensión en su cuerpo, después de todo era hombre, tenía deseos y necesidades. Jamás fue un hombre lujurioso, pero algo se motivó al ver a esa chica tan de cerca. Clarisa no hizo contacto visual, solo caminó a paso firme, y cuando pasó junto a ellos, accidentalmente chocó contra el asistente de Ashton, el choque hizo que de su cabello rosado se callera una bonita peineta plateada, adornada con pequeñas perlas azules y rosas, Clarisa iba a levantarla, pero de pronto. ¡¡¡¡Crash!!!!. Uno de los guardias de Ashton, pisó aquella peineta y fue destrozada en pedazos. Clarisa se agachó y con sus delicadas manos junto los trozos rotos. —Lo siento— dijo el guardaespaldas al darse cuenta de lo que hizo. Ashton solo miró aquel accidente. —Lo siento mucho señorita, dígame cuanto es y pagaré su precio— dijo el asistente de Ashton tratando de enmendar aquel descuido, se había distraído un poco y no pensó que ella no fuera a moverse. Clarisa se puso de pie y miró a Ashton directo a los ojos, no se intimidó o mostró miedo. —¿Pagarme?, es una pieza única en el mundo, su precio es invaluable, pero ahora no vale nada—Dijo ella para luego fulminar al pobre asistente quien se encogió en hombros. —Lo lamento, pagaré lo que sea— habló Ashton al fin, al ver que en verdad habían metido el pie por completo. —No quiero su dinero, la próxima vez tengan más cuidado— dijo ella y dio media vuelta. —Brutos— murmuró lo suficientemente fuerte como para que la oyeran, todos se quedaron en blanco, nunca antes nadie llamó bruto al jefe. Y esa joven se atrevió sin más. Ashton sintió una punzada en el estómago, este sentimiento, era fascinación y deseo. Mientras tanto, Clarisa sonreía un poco divertida de lo que hizo, entró a su habitación y pensó que se había salido con la suya, solo jugaba con un hombre tan pomposo que seguramente recordaría aquella noche con remordimiento. Días después… Clarisa iba de camino a su casa, tuvo un día agradable en la universidad, al llegar a casa, entró y la empleada doméstica, sonrió al verla llegar. —Buenas tardes señorita, le llegó esto— dijo la mujer sin sorprenderse mucho, Clarisa era joven y bella, recibía regalos cada tanto de pretendientes, pero era una chica difícil y no había tenido algún novio o demostrado interés por algún chico. —¿Llegó hoy?—Preguntó Clarisa observando la caja en las manos de aquella empleada. —Si. —Gracias, estaré en mi habitación. Clarisa subió a su habitación y se puso cómoda, sin mucha prisa examinó aquella caja, y con mucha curiosidad, la abrió, dentro había una caja negra con letras plateadas, que decía “Pearlton”. Una marca reconocida de joyería, joyas muy costosas. Se apresuró a sacar aquella caja y la abrió con cuidado, dentro había 7 peinetas, muy hermosas, Clarisa no podía creerlo. Dentro de la caja había una nota. 《Lamento haberte roto aquella peineta, se que no puedo reponértela, y me apena mucho, en verdad espero que puedas perdonarme o que al menos lo consideres, así que por favor acepta este regalo, estas peinetas son únicas, diseñadas exclusivamente para ti, una para cada día, espero que te gusten. Atentamente: Ashton Kurt》. Clarisa sacó una de las peinetas y miró los detalles, tenía diamantes incrustados, esas peinetas debían de costar una fortuna, más que una fortuna. Ella se las probó una por una, eran hermosas, pero…, no podía quedárselas, sonrió y se apresuró a buscar una pluma y hojas. Pensó durante una hora en lo que pondría en una nota que fuera lo suficientemente buena, guardó todo en aquella caja al finalizar y fue a la paquetería, para devolver aquel regalo justo por donde había venido. Un día después, Ashton estaba trabajando en su oficina, cuando de pronto su asistente entró. —¿Señor?. —Dime. —Llegó algo para usted. Ashton no se molestó en ver que era, continuaba en su trabajo. —Déjalo por ahí. —Es de la señorita Clarisa. Eso lo hizo alzar el rostro. Miró a su asistente y enarcó una ceja. —¿Qué es?. El asistente le dio la caja y Ashton se apresuró a abrirla, dentro estaban las peinetas que él le había mandado comprar, y una nota, se apresuró a leerla y poco a poco su semblante se endureció como una roca fría. 《Señor Kurt, aunque estas peinetas son realmente hermosas, me temo que no puedo aceptarlas, le mentí, lo sé, lo siento, pero no pude evitarlo, tenía una fantasía, jugar con un Millonario y usted, se atravesó en mi camino. Verá, la peineta que su gorila rompió, no valía nada, tal vez unos dos dólares, y aunque fue divertido, me temo que no puedo abusar más de usted, así que le devuelvo su costoso regalo. Atentamente: Clarisa, la chica que lo estafó》. Ashton sonrió lleno de rabia, si en un principio hizo aquello solo como un buen gesto, ahora si que quería ponerla en su lugar. Nadie jugaba con él, esa chica iba a darse cuenta pronto, que haberlo engañado iba a ser la peor decisión que pudo haber tomado. Próximamente...

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

Shifted Fate

read
637.3K
bc

Chosen, just to be Rejected

read
133.3K
bc

Corazón oscuro: Estefano

read
896.3K
bc

Holiday Hockey Tale: The Icebreaker's Impasse

read
138.0K
bc

The Biker's True Love: Lords Of Chaos

read
304.0K
bc

The Pack's Doctor

read
663.7K
bc

MARDİN ÇİÇEĞİ [+21]

read
777.6K

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook