Él me sonrió y puse media sonrisa. - Hola, no sabía que trabajabas aquí. — Llevo poco tiempo —me encogí de hombros. — Te sienta muy bien el uniforme —dijo mirando mis pantalones negros y la camiseta negra. Le di con la libreta en el hombro. — Menos cachondeo —él rio. — Desapareciste —dijo. Miré a la barra donde una compañera estaba con el móvil, me senté frente a Brad. Sus tatuajes estaban tapados por una camiseta de cuello vuelto, aunque se había remangado y podía ver algunos tatuajes de sus brazos. — Sí. — Taylor no debió de decirte eso, pero tampoco era para desaparecer. — No estoy segura de quien se acostó con esa chica, Brad —jugué con el sobre de azúcar vacío—. ¿Por qué Taylor me insistió tanto en que no se lo dijese a Yohanna? — Quizás no querría destrozar la relación de su