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873 Words
-“corre corre” – grito la niña desesperada, le miro confundida sin saber de qué habla. - vendrá por ustedes, corre ve al oeste. – para luego desaparecer. Despierto agitada por el sueño, llevo mi mano al pecho mientras intento regular mi respiración,  mi vista viaja rápidamente a kova que  se encontraba mirándome fijamente, este señalo una dirección con los dedos. –deberías irte.  –susurro mientras un subido mi taladraba la cabeza, mi llevo la manos a la cabeza y intento recobrar el control, pero soy absorbida por la oscuridad. Zen Se encontraba tirada en el piso unos destello salía de ella, mientras se agitaba y susurraba algo. – hijo de la noche, los arcángeles y los sietes, el oscuro. El bosque empezó a soplar una brisa suaves y tormentosa, de esas que trae malos presagios, los susurro empezaron a escucharse por todas partes. – vete, ya viene, están aquí, deben partir hacia la montaña más alta en el bosque de las ninfas, el está aquí y viene por ustedes. – muchas voces por todo el lugar, tambores antorchas y luego esas personas del bosque. …………………. Ella seguía descansado, había sido una noche larga murmuraba cosas y estaba caliente, aparecer se había enfermado yo me encontraba alerta cuidado la cripta y a ella, pero de alguna manera me inquietaba verla así, causaba una sensación nueva en mí, no entendía el porqué. Una brisa soplo por todo el lugar y su olor llego hasta mi fosas nasales, escanee todo el sitio intentando saber por dónde venían, pero la sorpresa se apodero de mi a darme cuenta de que estamos rodeados o yo lo estaba, mi vista se enfoco en ella pero seguía en una especie de trance, amenace con un gruñido, pero lo sentía seguían avanzado me torne invisible, concentre mis sentidos y el lugar se empezó a llenar de niebla, me había ordenado no dañar el lugar, pero no podía permitir que entraran o nos dañara me quede distante analizando que hacer, estaba entre la espada y la pared, sus indicaciones fueron claras. “cuídalos y cuídala a toda costa”  Lynn -“Estas aquí”- susurro una niña en mi oído. -“debes regresarlo al antiguo templo.” Algo pasaba mis sentidos estaba fuera de sí, en alerta e inquietad, mire a todas partes pero solo había vacio y silencio, sentí mi corazón dar un vuelco y vi a kova que me observaba expectante en espera. -       Kova – le llame, una vez desperté todo el lugar está hecho tiniebla, trate de buscarle con la mirada, pero no le encontré estaban por todas partes, kova había empezado a  luchar, tome mi arco y empecé a lanzar disparo, pude divisarlo entre la oscuridad estaba luchando con su fuerza y una especie de luz azul, expulsaba por la boca, sonreí en su dirección mientras, disparaba a su espalda. -       Me dijeron estaba en problema, he venido a salvarte – sonreí nuevamente. – lo se me extrañaste. Mientras el cubría mi espalda y yo la suya, puse la mano en la tierra y susurre las antiguas palabras para invocar a un par de kodomas, una vez abrí mis ojos ese objeto venia justo a mi dirección, cerré los ojos por instinto y espere el golpe, una vez los abro el está frente a mi cubriéndome con sus alas y una especie de campo a su alrededor. -¿cómo? ¿Porque? – pero solo se giro en respuesta y continuo la pelea, mi vista se va a kova y de kova a la entrada estaba abierta, corro hacia la dirección con la esperanza de que nadie haya entrado al lugar, pero si había algo sakuro le llamaba mi pueblo, un ser malvado invisible, se caracterizaba por su aura terrorífica, en el ambiente. - se que estas ahí – susurre caminando despacio con la espada en la manos. El lugar estaba oscuro, una puerta se abrió en el fondo camine de prisa hacia el lugar, mi espada brillo con intensidad y una puerta en la pared se abrió, el lugar estaba lleno de jeroglíficos y antiguas lenguas, seguía buscándole pero simplemente lo había perdido, esta tras de mí lo sentí una vez me gire, lance un corte transversal con mi espada, se mostro mientras este caía inerte en el suelo, me sobresalte y encendí la guardia, pero era el esta vez. -       Sabes, que pude haberte matado verdad.- advertí, el solo gruño y su mirada se fijo en un pedestal que poseía una caja con bordes dorados. – los sietes – murmure acercándome.   Zen Ella había entrado al templo y a la cripta sagrada esta vez no se lo impedí, el lugar estaba lleno de jeroglífico de dragones, guardianes, sombras y antiguas tribus, contaba la historia nuestra historia.   Cuenta la leyenda que los arcángeles y los dragones habían sido enviado a este lugar a proteger la vida y el equilibrio de este lugar, habían fuerzas oscura que asechaban constantemente para destruirlo, los dioses depositaron un elemento en cada dragón y con ello pronuncio, que cada bestia llevaría el elemento y que esta llegase a morir ese elemento desaparecería de esta de esta tierra, todos los dragones elementales fueron asechados por las sombras y antiguas fuerzas del mal y cazados, solo quedaban 7 esferas con los últimos, era la misión cuidarlo y evitar que la vida se extinguiera.
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