María He hablado con mi hermana Celeste, dice que mi madre aún sigue enojada, y que ni me vaya a parar a la casa, creo que es lo mejor, no quiero que me odie más, le he depositado la mensualidad y por lo menos no ha venido a tirarme el dinero a la cara, dejare que se le pase un poco el enfado. — Hola María – dice Betty parada frente a mi puerta con dos maletas llenas de lo que creo es su ropa — Hola Betty ¿qué pasó? – pregunto al mirar sus pertenecías, ella sonríe y me abraza, para después entrar a mi departamento y arranarse en mi viejo sillón — Digamos que le dije hasta de lo que se iba a morir a la portera chismosa de mi edificio y no tengo donde dormir – dice mi amiga con tranquilidad, me imagino como ha de haber quedado la pobre portera con todas las groserías que Betty le diría