Después de la conversación que Luz y Fernando habían tenido al llegar a Pachuca, ella se portó un poco más distante. En realidad no le gustaba que otras personas se metieran en su vida privada y Fernández había cruzado la línea sin que él se diera cuenta o al menos era lo que Luz pensaba. Por lo que el regreso fue simplemente ella en silencio, revisando las fotografías que había tomado y después observando el paisaje, hasta que hicieron una parada en una de las gasolineras que estaban al lado de la autopista. —Iré a comprar algo ¿vienes? —Aprovecharé para ir al baño.— Comentó ella y después de acomodar su bolsa bajó del auto y se fue al baño mientras Fernández entraba al local para comprar un poco de agua. La salida de Pachuca se había hecho un poco tarde ya que se había extendido un