David Después del susto de Sila todo se arregló, la rutina en nuestra casa se adaptó y ahora hemos hecho nuevos hábitos para evitar que esto vuelva a suceder. Tuve miedo, mucho miedo, siempre que se trata de Sila me pongo así, porque es mi hija y porque prácticamente la salvé de la muerte al nacer; no quiero volver a pensar que eso puede suceder. Afortunadamente, la niña es valiente y muy inteligente, demasiado diría yo, ya que por ella sola aprendió a decirnos cuando se siente mal y ha llevar su medicina consigo en una bolsita en forma de panda que le compró su abuela, se ve tan graciosa que nos enternece, y le hemos tomado tantas fotos que ya no caben en mi carrete del móvil. Por otro lado, Luz, le dijo adiós a su esbelto y atlético cuerpo y le dio paso a uno más hermoso, lleno de vi

