Valois me ayuda a salir de la tina y una vez que la ato bien a mi cintura, él me toma entre sus brazos para que mis pies descalzos no toquen el piso frío, aunque no vio que yo ya había tomado mis precauciones para no tener que hacerlo, como llevar mis propios zapatos para salir de la tina.
—¿Qué haces?— me quejo con una sonrisa porque él parece estar bastante contento con esto, nunca pensé que Amelie terminaría uniéndonos más.
—Esto te va a gustar—me advierte y entonces al llegar de nuevo a la habitación y mirar que hay o mejor dicho quién está ahí, me quedo sin habla al ver a mi nana parada en medio de la habitación, observándolo todo.
—Majestades—dice mientras hace una reverencia, la cual me desconcierta sobre todo por su tono de voz porque no crei que alguna vez ella se dirigiría a m
