[Nicolas] Alessandra se sienta contra el espaldar de la cama y la ayudo a acomodarse mejor, con una almohada adicional en su espalda. Ella está apenada y no es capaz de mirarme a la cara, cosa que me parece tierna y la entiendo. Ahora lo que más me importa es que podré decirle mi versión de lo que pasó y espero me crea porque no pienso decirle una sola mentira, ni ocultar nada. —¿Necesitas algo más?— le pregunto y ella niega. —Quiero escuchar lo que tienes para decirme hace más de seis meses— me dice y me vuelve a pedir que me siente a su lado. Respiro profundo y aunque tengo claro lo que le quiero decir, no sé por dónde empezar, entonces supongo que lo mejor es por el principio, así que empiezo a recordar y a contarle. Mi mamá era la mujer más dulce que conocía, siempre