Capítulo 64: Evie Evie se estaba peleando con la cocina y perdiendo. Le dio una vuelta a la salsa, la probó, se quemó la lengua y luego la alivió con un cubito de hielo mientras lloraba «au, au, au, au» durante tres minutos seguidos. Su teléfono sonó, era Horace. Pulsó el botón del altavoz buscando el cacharro que necesitaba. ―¿Qué? ―dijo ella, molesta, escarbando bajo su cocina. ―¿Qué pasa? ―Estoy haciendo pasta para Costa. ―Ah. Eso rima. Bien, así que ahora estás en la fase de «cenita en casa», ya veo… ―Sí, lo que tú digas. Horace, dime qué quieres, me duele la lengua. ―¿Qué estás buscando ahí? Menudo escándalo. ―Esa estúpida cosa con agujeros, no la encuentro. ―Recuerdo que lo quemaste y lo tiraste. Dejó de hurgar y echó la cabeza hacia atrás. ―Ah. Claro. ―Puedes mantener l