Capítulo 4

973 Words
Kellan: -¡Oh no! Lo último que me hace falta como alpha es una maldita luna débil y sin carácter- grite- ¡Lo siento Ximara! Puedes ser lo muy guapa y sexy que quieras pero yo no necesito una luna que se desmaye con cada impresión fuerte que tenga -dije ahora que se había despertado. -¡Kellan! ¡Me haces el favor de callarte una mierda! -gritó mi padre -¡Es tu luna! ¡La luna de la manada! -grito igual de fuerte que él. Ella ya tenía lágrimas en los ojos y Antarki quería matarme. Estaba seguro que el grandulón que tenía como padre me iba a golpear en cualquier momento. No podía creerlo, no era posible... ¡No! ¡Maldita sea! No podía ser posible que siendo un alfa ¡Un maldito alfa ella fuera mi eterna compañera! ¡No había tardado doscientos veinticinco años en encontrarla para que fuera una simple y débil mortal¡ Peor aún! ¡Una maldita Luna enferma! Ella era débil. No merecía ser mi luna. Y la única solución era rechazarla delante de todo el consejo. Ella llegó a mis brazos enferma y sin vida ¿Que tan malo podía ser vivir sin tu luna? -No voy a marcarla padre. Protéjanla ustedes. Porque yo no pienso meterme entre Wheeheelan y su amor por su nieta. Si él quiere recuperarla y enfrentarse a todos esos ambiciosos clanes que quieren a una mestiza insulsa pues háganlo yo no arriesgare a mi manada. Mis lobos. La estabilidad de mi pueblo. Algo que tomo siglos construir por una bruja o como las llamen ¡Y me despertaste en la mañana para esto! ¡Mejor me quedaba con Delphinne! - grite y la chica simplemente cerro los ojos como si no fuera capaz de soportar mis palabras. -¡Basta! -gritó el grandulón- No pienso tolerar que hables así de mi hija -contesto apretando los dientes. -No sé cómo la defiendes tanto Zeklos - recordé su apellido- Una persona así de fuerte como tú. Que estaba destinado a ser un beta. Sobretodo el beta de Kyrian Foy-Deux no puede sentirse orgulloso de llamar hija a una bruja como ella - le hable tomando mi saco - Prepara la reunión con el consejo padre. Pienso rechazarla el día domingo en el alba. Todo debe hacerse antes de que yo cumpla los veinticinco. Así todas las lobas  saber que estoy disponible y yo pueda encontrar a una con la que pueda casarme. Realmente no me importa si es linda o fea. Solo quiero a alguien que este a mi altura. Ximara: Y el lo confirmaba yo era una carga para mis padres. Sus palabras eran realmente dolorosas pero verdaderas. Yo sabía que era una carga para ellos. Sabía que era un estorbo sobre todo ahora que solo faltaba un mes para septiembre.  Exactamente para el 7 que era cuando cumplía dieciocho. Las lágrimas cayeron por mis mejillas y estaba terriblemente avergonzada de ellas pero no podía hacer nada. A diferencia de la preciosura de espécimen que acababa de rechazarme por ser una débil y blandengue yo era llorona y una niña. - Él tiene razón. El no necesita una niña. El necesita una mujer ¿Que tengo que hacer para que el pueda rechazarme delante de esos ancianos? Me siento atraída hacia él y no me gusta ¿Cómo corto el lazo papi? -pregunté levantándome un poco temblorosa aún y avergonzada de haber admitido que él me atraía pero...¡Vamos! Es un hombre sumamente guapo, con esos ojos de distinto color cada uno. Una cualidad que solo heredaban los verdaderos alphas de una manada. Era el color en que sus ojos se tornaban cuando era proclamados alphas. Siendo para los humanos comunes y corrientes, una enfermedad que en realidad no existe llamada heterocromía. -No es tan fácil cariño. Ustedes son mates. El siempre será una parte tuya y tú de él aun así el te rechace, siempre se sentirán atraídos. La diosa Luna, hija de Nix lo ha establecido así. Es algo parecido a lo que la diosa Ekkos hace con las hechiceras Ekkos es hija de Natur. Ekkos estipula que las únicas herederas de su poder serán mujeres al ser una diosa virgen y nunca haber sido desposada. Ustedes nacen con ese poder desde el fondo de su alma. Forma parte de ustedes y siempre lo hará. Eso es lo que es nuestro mate para nosotros. La diosa sabe que los hombres lobos y me refiero a hombres y mujeres son muy impulsivos y siempre elige para nosotros un compañero que sabe que equilibrará nuestro carácter y nos hará llegar a un clima de templanza. No importa que tu no seas una mujer loba cariño. La diosa Luna, destinó esto así. Hombre lobo, licano, vampiro o hechicero. -¿Por licano te refieres a los licántropos papá?- pregunté fingiendo estar calmada. Necesitaba enfocarme en algo más o rompería a llorar nuevamente y solo le daría la razón a ese Foy no se qué. -Si cariño, me refiero a eso. -Wade perdona la actitud de mi hijo. Perdónalo tú también luna-susurró avergonzado el padre de Kellan Foy no sé qué. - Solo llámeme Xio. No soy su luna - dije sería y la madre de Kellan, Allegria rompió a llorar. -Esa perra lo ha engatusado- lloró. - No es Delphinne querida. La culpa de todo esto la tiene su miedo. - Esto es tu culpa -le reclamó ella a su esposo- ¡Le enseñaste de todo para que sea un buen alpha! Menos a amar- murmuró- Ahora estoy dolida, avergonzada y angustiada por mi propio hijo. Perdóname Xio - lloró ella. - Esta bien Allegra. Algunos nacemos para amar, y ser amados - dije mirando a papá y mamá- Otros no. - Pero algunos pueden aprender...- susurró esperanzada.   
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