Sebastián... Mi celular suena, por un momento lo ignoro, pienso que podría ser solo un mensaje de la compañía, pero puede ser mi Amalia, reviso el mensaje, por un momento me preocupo, quizá le paso algo, leo el mensaje inmediatamente, me siento tranquilo al leerlo, ella dice que me espera esta noche para cenar, es realmente hermosa, la amo tanto. Tocan a mi puerta, eso me saca completamente de mis pensamientos. Agustín entra a mi oficina. —Jefe, necesito que firme estos documentos, y también quiero avisarle que su sobrino está en recepción, dice que quiere hablar con usted. —Dile que pase, gracias, Agustín. Esto me parece extraño, pero quizá Mario solo quiere hablar conmigo. Tocan otra vez, y Agustín entra. —Perdón, Jefe, pero olvidé informarle que la cámara del estacionamiento