—Quiero escucharte decir mi nombre —le digo. Empujó a Sebastián con mis manos, él se sienta, yo me siento sobre él, tomo su pene con mi mano, lo hundo en mí v****a y escucho a Sebastián suspirar, eso hace que me excite aún más. Empiezo a moverme lentamente. Sebastián agarra mis nalgas con sus grandes manos, me empiezo a mover más rápido. Hasta que siento como mi v****a aprieta el pene de Sebastián, me muevo más despacio disfrutando de cada momento. Después me empiezo a mover rápido otra vez, sé que Sebastián esta a punto de acabar. Él me abraza más fuerte, siento su semen caliente dentro de mí. —Amalia, eres mía —me dice con la voz entre cortada. —Sí, soy tuya y de nadie más —le digo. Beso los labios de Sebastián, después lo abrazo, siento mucho sueño, últimamente me siento muy cans