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Fiorella
Me encuentro recostada en el sofá favorito de mi nuevo hogar, mi hogar. Un lugar en donde Axel y yo seremos felices por fin con nuestro bebé.
Acaricio mi vientre por que siento una pequeña punzada que dejo pasar pues el ginecólogo dijo que sería normal sentir molestias similares en los últimos días del embarazo, pero que si aumentaban de ritmo me preparará por que sería el momento.
-Aquí tienes un vaso con jugo de arándano y hielo.
-Gracias Axel.
-No sé como puedes ponerte tan roja, ya deberías estar acostumbrada a que me encante mimarte.
-Es que se siente tan irreal que...
Una punzada bastante fuerte atraviesa mi vientre y debo tomar aire profundamente para calmarlo.
-¿Qué ocurre?
Estoy a punto de responder pero el timbre de la puerta principal me int
