Abrazados el uno al otro, en silencio, acurrucados, sumidos en nuestros pensamientos. Zoe se giró en mis brazos, quedando frente a mí, nos miramos fijamente. No podía adivinar sus pensamientos, con Jessie era fácil, ella siempre estaba pensando lo peor de mí, señalándome con su dedo acusador, reí al pensarlo, vaya mujer. Zoe me miró curiosa. — ¿Por qué te ríes? — pregunto acomodando su cabeza sobre sus manos. Sonreí y acomode un par de cabellos que caían sobre su rostro, detrás de su oreja, ella me miró expectante, esperaba una respuesta. Acaricie su mejilla con ternura. — Pensaba que es difícil leerte, no como con otras personas, que se lo que ya piensan de mí... — ella sonrió. — Pensaba que tú... Bueno, que tú no eres lo que aparentas. — dijo dubitativa. — al verte lo primero que pens