Los días se hacían eternos, Jessie encerrada en mi habitación, y yo por mi lado investigando sobre los planes de mi padre sin ignorar el constante peligro en el que se encontraba mi hermano y su familia. Suspire, mi ahora habitación que era la habitación para invitados que por cierto nunca decore, ni me esforcé en ponerle demasiada atención, me estaba matando de aburrimiento, la televisión no transmitía nada interesante, tampoco es como si la estuviera viendo, solo apartaba los ojos de mi computadora portátil para darle un vistazo a mi celular que no había sonado en un buen rato para notificarme alguna nueva noticia, mi compañero también desconocía la habitación, se estaba poniendo inquieto, Cerbero era una versión animal de Jessie, quien por cierto había estado en silencio ya por mucho ra
