-Empiezo a recordarte ... - -Déjame refrescarte la memoria- Se acercó y me dio un largo y sensual beso. ¡Más, más, quiero más! -Aún nada - Le sonreí con inocencia. -Tendré que besarte hasta que te acuerdes de mí- Dijo aún a centímetros de mi rostro. Si por favor. -Suena bien- Contesté. Lo atraje a mí jalándolo de la camisa con mi mano derecha y besándolo apasionadamente. La necesidad de sentirnos cerca, de necesitarnos y claro la calentura, nos está haciendo que entre beso y beso la intensidad vaya aumentando. Mike trató de levantar mi blusa, pero al intentar levantarme me dolió mucho las costillas y no pude evitar hacer una mueca de dolor. -No sabes todo lo que quiero hacer Mariana- Negó con impotencia.-Pero no puedo hacerlo por ahora- Soltó mi mano y me dio un pico en la boca.