3.

1530 Words
Jade Me sentía en el aire, flotando alegremente y no era por el alcohol, aunque la botella no tardó en convertirse en dos, luego en tres y cuando quise acordar había perdido la cuenta. Sí, podía ser una mujer loba y tener cierta resistencia, pero llegaba un punto en el que era insostenible mantener la sobriedad, me había pasado un poco de tragos, pero es que me sentía tan feliz que debía celebrarlo. Mi padre solía decir que la vida era una y por ello debíamos hacer lo que queríamos, sin importarnos la opinión de los demás. Aunque no creía que si me viera ahora mismo, me apoyará. No porque este un poquitín pasada de copas, él ya me había visto de esta manera, pero no estaría muy feliz con mi compañía. Mi compañero. Aquel que me complementaria durante el resto de mi vida, aún no podía creer que esté hubiera aparecido y que ahora lo tuviera frente a mis ojos. Claaaaro que él no tenía idea de ello, pero esos eran pequeños detalles. A estas alturas, luego de que la industria cinematográfica haya exprimido a los hombres lobo, él no debería sorprenderse. ¿Qué más quería sino una compañera que pudiera protegerlo del mal? Soy su propia súper heroína, dispuesta a cubrirlo con algodones y protegerlo incluso contra una gripe.   —¿En qué piensas pequeña rubia traviesa? —me preguntó, atrayéndome hacía él mientras bailábamos. Al haberme acompañado a lo largo de mi locura alcohólica, sus palabras se escuchaban cortadas y sus ojitos ahora se veían rasgados, de manera tierna. Una no podía concentrarse al tenerlo tan cerca y luciendo así, debería ser ilegal. —En que te ves muy, pero muuuuy tierno así. —¿Así cómo? —su aliento chocaba en mi cuello y si seguía así, no estaba segura de poder resistirlo, no iba a responder de mis actos. —Borracho. —No lo estoy. —pero mentía, porque se comportaba como uno. —No discutiré con un borracho, porque también estoy un poquito perdida. — arreglé su cabello, de modo que esté se quitará de sus ojos y me incliné, rozando su nariz con la mía. —Me gustas poli, quiero besarte. Pero él se alejó un poco, provocando una sensación de tristeza en mi interior. ¿Acaso él no quería besarme? ¿Dónde está la maldita atracción entre compañeros?. —Tú lo dijiste, estamos un poquito pasados de tragos. —Yo aún tengo resistencia. —Pero piensa si no te sentirás mal mañana, al ceder a tus instintos. — quería tanto reírme de ello, él no tenía ni una pequeña idea. —Me encanta ceder a mis instintos. — acerqué mi boca a la suya, pero él esquivó mi ataque. —Ash, ¿Por qué siempre tengo que fijarme en hombres centrados? —Eso es algo que solo tú puedes responder. —ya era la cuarta vez que me dejaba llevar por la ilusión de sentirme atraída por alguien, aunque está vez se trataba de mi compañero, podía hacerlo si lo quería. —Mira pequeña, no voy a negar que siento las mismas o muchas más ganas que tú de ceder a esto y besarte, pero aún no se siquiera tu nombre. —Tú puedes llamarme como quieras, aunque me gustarían cosas cariñosas como mi amor, bonita y así, pero si tanto te importa un nombre, soy Jade. —si él llegará a utilizar uno de esos apodos ahora mismo, no lograría esquivar mi futuro ataque. —Eres divertida Jade. —lo miré, frunciendo el ceño, no era como quería que me viera. —No quiero ser divertida, quiero un beso. —volví a acercarme, solo para volver a ser rechazada y ya no me estaba divirtiendo. —¿ En serio?  Dices que me quieres besar y te alejas. —Si te beso ahora no me podré detener. —Aún mejor. —y sin darle tiempo a volver a alejarse de mí, lo tomé del rostro y aplaste sus labios contra los míos. En el momento en el que el calor de su boca se unió a la mía, los efectos del alcohol aumentaron al punto en el que todo dentro de mi comenzó a dar vueltas. Pero no estaba lista para alejarme, por lo que me aferré a el con más fuerza. Cuando su lengua barrió sobre la mía fue todo, iba a morir de la mejor manera posible. Devolví el beso con la misma intensidad, comprobando que aunque él no era tan relajado como yo, ambos podíamos quemarnos en el mismo fuego.   Nos separamos, solo para volver a besarnos como si fuera lo único manteniéndonos vivos. Era una necesidad más fuerte de la que he sentido jamás. —Te necesito a solas. —¿Acaso era adivino? Porque él había leído mi mente. —Me tienes. Ven conmigo. — tomé su mano y comencé a guiarnos hacia el cuarto de invitados en la parte trasera. En el camino tropecé un par de veces, pero aún así no me detuve y como se atreviera a sugerirme volver, iba a conocer a la loba en mi interior. —¿Planeas llevarme a un lugar en el que puedas acabar conmigo sin testigos? — reí y voltee, volviendo a besarlo antes de llegar. La pequeña habitación, no estaba muy lejos de la sala, pero nos daría cierta intimidad. Intimidad que necesitábamos.  —Eso no sería divertido, no cuando tengo otros planes. — soltó una carcajada y se aferró a mi cintura. —También tengo otros planes pequeña. —y está vez fue él quien no tardó en besarme. —Me volviste loco desde que te vi y aunque traté de no ser un idiota, aquí me tienes. Sus besos pasaban desde mis labios hasta mi cuello, dando descargas eléctricas por cada lugar por el que pasaban. Me tenía atrapada, estaba hipnotizada por cada uno de sus movimientos. Suaves labios acariciando mi piel, haciéndome desear más. —Y aquí te quiero poli, aunque con un poco menos de ropa. Sin embargo no podemos, no sabemos si alguien más tendrá la misma idea que nosotros. —alguien podría aventurarse, buscando un lugar apartado en el que pudieran liberarse.  —Deberemos ser rápidos e ingeniosos. ¿Lo eres sexy poli? —Sí, pero hoy no quiero serlo. Yo tampoco, pero era lo que teníamos. Al menos por ahora, porque sabía que la Diosa nos daría muchos más momentos y serían increíbles. —Es que hueles muy bien y entre tu olor y el alcohol, no quiero pensar en otra cosa. — tomé su camisa y lo jale, hasta que ambos caímos en la cama. — Solo quiero sentirte. Volvimos a ceder a la necesidad, quemándonos con cada roce, enviciándonos con cada beso y enloqueciendo de deseo, al menos yo lo estaba.  Apesar de querer ser rápidos, nos tomamos tiempo desvistiendo al otro, conociendo el cuerpo que tendríamos para disfrutar de ahora en más. Porque él no se me escaparía. —¿Estas segura? Aún puedo detenerme. —que solo lo intentará, lo desafiaba a intentarlo. —Cómo lo hagas, verás de lo que soy capaz. —me monte sobre él, vistiendo solo un brasier y unas bragas color nude. Menee mis caderas sobre su m*****o, solo cubierto por el bóxer. Sintiendo como cada gemido que soltaba, humedecia más mi ropa interior. A la mierda los juegos previos, lo necesitaba ahora. No podía soportarlo más. Me sentía un volcán a punto de entrar en erupción, decidida a arrasar con todo lo que viera a mi paso y él era el único que saldría ileso de esto. —Has algo antes que enloquezca. — pedí y fui volteada, sintiendo el colchón raspar la piel de mi espalda. Él no tardó en bajar su ropa interior, haciendo a un lado la mía, antes de posicionarse en mi entrada. Mordí con fuerza mi labio tratando de impedir soltar un grito, pero en el instante en el que lo sentí hundirse en mi interior, me eché hacía atrás, soltando un fuerte gemido. Nos observamos unos momentos, ambos con la mirada algo vidriosa, las respiraciones agitadas y una clara necesidad de más. Sonreí y fue lo que necesitó para comenzar a moverse, entrando y saliendo de mi, gimiendo mi nombre, besando mis labios y mi mandíbula. Adueñándose de mi. Encontraba cada una de sus embestidas, deseosa de atraerlo más profundo, de sentir todo de él, pero no sería tan sencillo. Cuando ya no pude resistirlo grité, dejándome vencer por un orgasmo que trataba, inútilmente, de retener. Quería seguir disfrutándolo. Solo unos segundos más tarde, comenzó a bombear dentro de mi, sintiendo como su calor me llenaba. —No quiero volver a la fiesta, quiero dormir un poco. —salió de mí y se acomodó a mi lado, apoyando su cabeza en mi pecho.  —Quédate aquí conmigo, echaré a cualquiera que crucé esa puerta. —Me quedó. —no iba a irme, no estaba en mis planes, por lo que no debía pedirme que me quedará dos veces. Pero él no me escuchaba, ya estaba roncando sobre mí. Un compañero flojo al sexo, reí de solo pensarlo, sintiendo bastante pesadez en mis ojos.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD