ANET…
Me remuevo en la cama abriendo los ojos lentamente dándome cuenta del por que de repente hace mucho frio. Estoy sola en la cama, lo cual me hace fruncir el ceño mientras me siento viendo la hora en el reloj que hay en la mesita de noche. Las dos treinta de mañana, me vuelvo hacia la puerta del cuarto de baño esperando que la luz este encendida, pero no lo está.
¿Dónde está?
Me pregunto levantándome de la cama sintiendo el suelo helado, pero no me molesta por lo que camino descalza hacia la puerta y luego por el pasillo sabiendo perfectamente donde se encuentra.
No me equivoco cuando llego a la puerta de la habitación que se encuentra ligeramente abierta. Al entrar me detengo ya que no estaba preparada para la imagen que tengo frente a mí.
El enorme cuerpo de Sekan apenas ca
