Alejandro…
La observo darse los últimos retoques, aunque para mí ya está perfecta. Su fiel compañero está junto a ella mientras se aplica el labial. Dárselo fue una gran idea porque se nota lo feliz que la hace. Recorro su cuerpo enfundado en vestido rojo muy ceñido a su cuerpo, de tiras gruesas y largo. No puedo creer ya que la hice mía, le hice el amor como siempre soñé que lo haría y ahora solo quiero tocarla a cada instante.
- ¿te gusta? – pregunta sacándome de mis pensamientos, pero me doy cuenta que no es a mí a quien le pregunta. Anubis ladra y ella sonríe iluminándome la vida. – lo tomare como un si – se acomoda su hermoso que tanto me encanta.
- ¿seguirás observándome como un pervertido? – ahora si me pregunta a mí.
- Solo... - no sé qué decir, su belleza me deja sin palab
