Elsa mira al hombre parado en las puertas de Nínive, se acerca aturdida, no podía creer que regresó — Tú – dice Elsa mirando al hombre con asombro, el hombre asiente y sonríe, ella lo abraza con fuerza, y él le corresponde — No lo puedo creer, estas aquí – dice Elsa emocionada — Vamos, Elizabeth tiene que verte – le dice Elsa dejando entrar al hombre a Nínive. — Voy – grita Elizabeth al escuchar tocar la puerta de su casa, abre y lo mira parado frente a ella — Hola – dice William mirándola fijamente, Elizabeth lo mira aturdida, no puede creer que este frente a ella — Volviste – dice Elizabeth con la voz quebrada, William sonríe y asiente — ¡Volviste! – vuelve a decir Elizabeth y se tira a sus brazos, William la toma fuerte y la estrecha contra su cuerpo — Si, volví – le dice Willia