La tomo del brazo y la llevo hasta su oficina donde cierro con llave para que nadie nos interrumpa. La observo un momento y sonrió internamente al hacerlo, está mucho más hermosa que la última vez que la vi. Tiene un delicado bronceado que hace brillar su hermosa piel, además de que su cabello está un poco más largo y su cuerpo mucho más definido, lo que me enfurece porque ese maldito vestido se le pega al cuerpo de una forma realmente magnifica. - ¿Dónde estabas? – pregunto enfrentándola y ella enarca una ceja a modo de desafío. - Trabajando – es todo lo que responde y yo me molesto - Trabajas aquí – respondo viéndola caminar hacia su escritorio donde se recarga de una forma muy sensual – en tres meses no has estado aquí. - Kilian, este interrogato